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27 ene 2022
Ronald Gamarra: Patrimonio Nacional
15 oct 2020
Ronald Gamarra: "Los pacientes importan, señora ministra"
El Ministerio de Salud (MINSA) parece estar decidido a poner todos los obstáculos posibles para frustrar, al menos por este año, el acceso de los ciudadanos, especialmente de los pacientes, al proceso de elaboración del Petitorio Nacional Único de Medicamentos Esenciales (PNUME), que es el documento legal que aprueba la relación de medicamentos que el sector público adquiere para la atención de la salud pública en todo el país. Este proceso hasta ahora se ha llevado siempre entre cuatro paredes, sin transparencia, a espaldas de la opinión de los pacientes.
Qué otra cosa se puede entender si ya van 80 días sin que el MINSA haya cumplido con la obligación de elaborar y aprobar el manual de participación ciudadana en la preparación del PNUME. La Ley que así lo ordena se promulgó el 27 de marzo de este año. Los 120 días de plazo se cumplieron a fines de julio. A la fecha, ya debía haber un manual de participación ciudadana.
Pero tampoco se trata de que se apruebe cualquier compendio, vademécum o novelón a espaldas de los interesados. La elaboración del propio manual de participación también debe ser transparente, abierta, democrática, y eso exige establecer mesas de trabajo conjunto, eventos de participación pública, una discusión abierta y directa con los pacientes y sus organizaciones. Todo ello debería resultar en la prepublicación del proyecto de manual de participación ciudadana, que sea objeto de un último debate y recojo de sugerencias. Pero nada de eso ha habido. Ninguna apertura. Silencio total durante seis meses.
Ante esta situación, presentamos en julio de este año una solicitud formal al MINSA pidiendo el acceso a la información generada por este organismo en relación con la preparación del manual de participación. Porque es de suponer que la burocracia algo habrá avanzado en tanto tiempo. Y claro que lo hizo. Pero nada, ninguna respuesta. Silencio, silencio y más silencio. Que los pacientes se vayan a fastidiar a otro lado con su impertinente voluntad de participar. ¿La ley y sus plazos establecidos? Pues, sencillamente, se desobedecen, se desacatan. ¿Y qué va a pasar, pues? No hay sanción prevista para este incumplimiento.
Tanto desacato no podía dejarse pasar sin reaccionar. Así, pues, el ominoso e indiferente silencio del MINSA hizo ineludible presentar un recurso de apelación ante el Tribunal de Transparencia y Acceso a la Información Pública (TTAIP) en el mes de septiembre. Este importante tribunal es el organismo que está encargado de resolver como última instancia administrativa las controversias relacionadas con la transparencia y el derecho al acceso a la información pública a nivel nacional. Sus resoluciones tienen carácter vinculante; no son simples recomendaciones.
En los últimos días de ese mes, el MINSA informó que la propuesta de manual se encontraba en el despacho ministerial “para su revisión y aprobación”. Sí, se había proyectado un manual de participación ciudadana… sin la participación ciudadana. No se mencionó intención alguna de prepublicación. Y claro, tampoco se nos proporcionó copia de la propuesta. En octubre, siguiendo el trámite establecido, el TTAIP acordó por unanimidad declarar fundado el recurso de apelación contra la denegatoria de la solicitud de acceso a la información pública presentada; y, en consecuencia, ordenar al MINSA la entrega de la información solicitada.
Pues bien, estimados lectores, sucede que pasó de largo el plazo concedido para la entrega de la información y el MINSA sigue encerrado en su absoluto mutismo, haciendo caso omiso ante las urgentes y justas demandas de transparencia y participación que les hacen los pacientes y sus organizaciones, que aguardan tratamientos y medicinas que deben ser aprobados en el PNUME. Los pacientes deben opinar sobre los medicamentos que el estado compra para atender la salud pública. Este proceso no puede ni debe ser una suerte de coto cerrado de la burocracia.
En Brasil, Chile y Colombia los y las pacientes participan de las políticas de salud. ¿Cuánto tiempo seguiremos esperando para permitirlo en Perú? Junto a los y las pacientes exigimos al MINSA la entrega de la información solicitada y la prepublicación del proyecto de manual de participación ciudadana en la elaboración del PNUME. Una y otra no son gracias y tampoco concesiones facultativas, sino obligaciones del MINSA y un derecho ganado por los pacientes y, en general, por los ciudadanos, en aras de una necesaria transparencia que parece tan difícil de alcanzar, vistas las dificultades que opone la burocracia.
El acceso a la información que el MINSA maneja sobre la elaboración del manual permitirá que los pacientes de los servicios de salud puedan evaluar y supervisar el proceso de su elaboración y aprobación, así como plantear sus opiniones y necesidades, para que el nivel de participación ciudadana en la elaboración del PNUME sea amplio, permanente, efectivo y pleno en todas sus etapas. Un buen manual de participación ciudadana en la elaboración del PNUME contribuye a garantizar el derecho a la salud y a que no se compren medicinas que responden únicamente a intereses comerciales.
Mientras escribo estas líneas, el Tribunal de Transparencia conmina al MINSA a la entrega de la información tal como lo ha ordenado, bajo apercibimiento de remitir copias al Ministerio Público por la actitud renuente de las autoridades y funcionarios responsables de dicha entidad.
La historia podría tener un final parcialmente positivo. Después de 80 días de retraso, el MINSA deberá cumplir con la entrega de la información de la que dispone sobre el proceso de elaboración del manual de participación ciudadana. Es cierto que lo harán con gran retraso y prescindiendo de un necesario proceso de participación que hubiera podido aportar mucho. Esperamos que esa oportunidad se pueda dar ahora y que sirva efectivamente para la elaboración del PNUME. Aunque todavía es posible que la ministra de Salud, en un acto de transparencia y ejercicio democrático, decida someter el proyecto de manual -sí, doctora Mazzetti, ese que tiene encima de su escritorio- a una prepublicación para recibir los aportes de las y los pacientes y sus organizaciones. Eso esperamos. ¿Lo hará?.
Artículo de opinión de Ronald Gamarra Herrera publicado en Hildebrandt en sus trece el viernes 16 de octubre de 2020.
3 may 2020
Ronald Gamarra: "El más triste primero de mayo"
26 mar 2020
Carlos Landeo: Resistir

23 mar 2020
Opinión: "Hoy lunes 23, la alarma sonó a las 6:10am, como todos los lunes"
15 mar 2020
UNICEF Argentina: "Los Guardasecretos"
Unicef Los Guardasecretos
Fuente UNICEF Argentina: https://www.unicef.org/argentina
8 mar 2020
UNICEF Argentina: "El lunes conocí a Emi"
1 mar 2020
UNICEF Argentina: Cuento "Cuando se van al jardín"
"Cuando se van al jardín" de Silvia Schujer.
La colección “Cuentos que cuidan”, con textos escritos e ilustradospor artistas de reconocida trayectoria, aborda el derecho a la educación, la inclusión, la equidad, la salud y la protección de maneraaccesible y apropiada a través de historias y personajes pensados y diseñados para niñas y niños en su primera infancia.
29 sept 2019
Ronald Gamarra: "Qué verguenza, sus señorías"

8 sept 2019
Ronald Gamarra: "Noventa años de Ribeyro"
Ribeyro vio los inicios de ese cambio y crecimiento explosivos hacia la urbe desordenada caótica y anónima que hoy constituimos, en los años 50, aunque solo parcialmente, pues partió para vivir la aventura de ser un escritor en Europa entre 1952 y 1958. A su regreso de este viaje, en el cual consolida su vocación y afianza sus habilidades como artista literario, produciendo sus primeras obras, encuentra una Lima populosa y bullente que ya es radicalmente distinta de aquella que dejó al partir a Europa a los 23 años, apenas termino sus tediosos estudios de abogacía en la universidad Católica.
Ribeyro fue muy sensible a esta nueva Lima que encontró y eso tuvo su correspondiente reflejo en sus relatos. La nueva Lima, el nuevo Perú que encuentra, si bien enriquecen su visión de las cosas y su propia obra, no le ofrecen sin embargo un espacio donde pueda seguir desarrollando su vocación. Después de una breve experiencia como docente en la Universidad de Huamanga, reabierta por entonces, siente la necesidad de volver a volar.
El retorno a Europa será esta vez definitivo y sucederá en 1961. Al igual que en su primera experiencia europea, Ribeyro sobrevive desempeñando los más diversos oficios con tal de seguir escribiendo sin interrupción. Pero si su primera experiencia europea fue trashumante, en esta segunda oportunidad se asentará sedentariamente en París, donde vivirá tres décadas y formará su familia. Con su esposa y su único hijo, asumirá la vida de esposo y padre que antes no pensó tener. La escritura será su irrenunciable pasión, enriqueciéndose con nuevas vertientes y explorando géneros nuevos como sus agudas y sustanciosas prosas cortas.
A principios de los años 70, Ribeyro sufría un doloroso episodio de cáncer, que estuvo a punto de costarle la vida. Sobrevivió gracias a una atención médica que tuvo raro éxito, en aquella época en que el tratamiento del cáncer estaba en pañales. Desde entonces su figura física se hizo aún mas delgada de lo que siempre había sido, adquiriendo su definitivo perfil característico. Fue una victoria costosa sobre la enfermedad, pues en ella perdió la mayor parte del estómago y desde entonces estuvo obligado a vivir comiendo varias pequeñas porciones al día.
La adversidad no le impidió disfrutar de la vida, prosiguiendo en la medida que le fue posible la inclinación bohemia de su primera juventud y adultez. Aunque siempre fue un hombre austero, no desdeñaba un buen vino y algún buen bocadillo en compañía de amigos con quienes le encantaba conversar o simplemente estar. Tampoco renunció al tabaco, que siguió disfrutando sin remordimientos y sin interrupción hasta sus últimos días a pesar de la expresa prohibición médica. Le gustaba salir a pasear pausadamente en bicicleta con sus amigos por los malecones de Miraflores y Barranco, y detenerse a beber una copa.
14 abr 2019
Opinión: "El primer condenado en el Caso Sodalicio"

El Poder Judicial acaba de emitir la primera sentencia del caso Sodalicio. Y no es una decisión de condena para alguno de los denunciados por violencia sexual de menores, adolescentes y jóvenes; no es una sanción para alguno de los muchos querellados por abuso físico, moral y psicológico; mucho menos aún es una condena contra alguno de los numerosos fundadores y líderes de esta entidad que cobijaba a abusadores sistemáticos con le pretexto de la "formación religiosa". No, el primer escarmentado por la justicia es el periodista Pedro Salinas, el mismo que denunció a esta organización de la manera más documentada y contundente.
A Salinas lo condenan a un año de prisión suspendida y a pagarle 80 mil soles de indemnización a su ilustrísima, el señor arzobispo de Piura, don José Antonio Eguren, uno de los conspicuos fundadores del Sodalicio, quién se sintió difamado y agraviado en su honor por las referencias que el periodista necesariamente tuvo que hacer en su investigación de los hechos hacia el rol que él cumplió como miembro de la generación fundadora de esa organización, tan cercano a Figari, Doig y otros innombrables a quienes esa misma justicia encuentra tan difícil investigar y procesar.
Sanción penal para el periodista por hacer su trabajo. Un trabajo de calidad, arriesgado, enfrentando a una organización que ha demostrado enorme capacidad de hacer daño, una corporación que dispone dr grandes relaciones y tentáculos al más alto nivel, lo cual explica que hasta ahora no haya castigos contra sus dirigentes ni disposiciones efectivas de intervención contra ella y sus millonarios intereses. Vamos, si no fuera por la investigación objetiva y detallada de Salinas, unida ciertamente a otros esfuerzos que no debemos olvidar, el Sodalicio seguiría gozando y ejerciendo el poder que llegó a acumular en la Iglesia Católica, del cual era parte el aezobispo Eguren.
Y, además el periodista le tiene que pagar harta a su eminencia el arzobispo Eguren. Nada menos que 80 mil soles, unos 25 mil dólares que a cualquiera le caen bien. ¿Cuánto gana un periodista? Salinas, en buena cuenta, es condenado a trabajar para pagar el por el supuesto "honor mancillado" de un fundador del Sodalicio. Y esto se dispone en un Poder Judicial que ordena sin ruborizarse, un día sí y el otro también, el pago de sumas irrisorias a otras verdaderas víctimas que si merecen reparación como es debido. Yo he visto sentencias que establecen reparaciones civiles de 300 soles para niñas víctimas de violación. ¿Para el arzobispo?, ¡Ochenta mil soles!
Es el mundo al revés en el cual vive la administración de justicia en nuestro país. Después de tantos años de denuncia de los abusos cometidos por esta organización fundada por gente de ideas e intenciones tan perversas como Figari y Doig , como lo demuestran decenas y decenas de testimonios ya recogidos, inclusive por una comisión investigadora nombrada en su momento por el propio Sodalicio, el Poder Judicial nos sale con este parto de los montes, esta aberración lógica y jurídica. ¿Y la justicia para las víctimas? ¿Dónde está la justicia que las víctimas vienen reclamando sin resultado? No se oye, padre.
La sentencia contra el periodista Pedro Salinas la emite una jueza de Piura, feligresa de la Diócesis del arzobispo demandante y, según lo demuestran algunas fotos., religiosa tan devota y fiel de su particular credo al extremo de exhibir imágenes religiosas en su propio despacho de jueza. Otra vez, el mundo al revés: la justicia con declarado signo religioso. La jueza no tiene ni la menor idea de que el Perú es un Estado laico, donde la justicia también tiene que serlo necesariamente, tan to en su esencia como en sus apariencias y ornamentos. La jueza no parece actuar como magistrada sino como devota. Y eso no es admisible.
Pero lo más llamativo es el despliegue de poder que el arzobispo José Antonio Eguren ha hecho en este caso contra Pedro Salinas y también contra la periodista Paola Ugaz, cuyo caso también está bajo la misma jurisdicción y pendiente de trámite y sentencia. Eguren logró imponer que el caso se viera en su propio territorio, en su cancha, y que la causa sea dirigida y decidida por la gente que él conoce e indudablemente influye como líder religioso, a pesar de que los demandados residen en Lima. Esto no es regular. Pero sí es efectivo, como se puede ver, para ganar un juicio. Y para devolverle el golpe con el auxilio de la ley al periodista que lo puso en evidencia.
En vez de dar explicaciones sobre su relación con el Sodalicio y sus fundadores, en vez de responder sobre ciertas acusaciones puntuales que pesan sobre él, en vez de declarar sobre su indudable conocimiento de las interioridades de esa organización religiosa, a cuya influencia en la Iglesia Católica bajo la época nefasta del cardenal Juan Luis Cipriani le debe su báculo, el arzobispo José Antonio Eguren se da el lujo de lograr hacer que condenen a prisión y al pago de una cuantiosa indemnización a su favor precisamente al periodista que destapó sin miramientos la excrecencia que era y es el Sodalicio.
Esperamos que el propio Poder Judicial, a través de la Corte Superior de Piura, corrija esta sentencia absurda perpetrada por uno de sus magistrados. De lo contrario, quedará muy claro que la libertad de prensa en el Perú está en situación crítica por culpa de las decisiones judiciales, como esta, en casos de opinión periodística. Hace mucho tiempo que los corruptos y los sinvergüenzas de todo tipo se valen de los juzgados para intimidar y poner cortapisas a la labor de quienes los denuncian. Sin embargo, lo que no tiene arreglo para la imagen del Poder Judicial es que la primera sentencia que emitió en el caso Sodalicio fue precisamente para matar al mensajero y no condenar a los culpables.
28 feb 2019
Informe de la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA)
Washington, D.C.- La Relatoría sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)comenzó sus labores a fines de agosto 2017. Los logros cosechados durante sus primeros tiempos de tareas y en general en 2018, confirman el valor histórico de la decisión de la CIDH al ponerla en marcha, en aras de asegurar la promoción y protección de los derechos humanos en su integralidad, con apego a los principios de indivisibilidad, interdependencia e interrelación que requiere la realización efectiva de la dignidad humana, en su intrínseca relación con la democracia, el desarrollo y el medio ambiente.
Así, el primer año de trabajo de la Relatoría ha sido clave para identificar el perfil y orientación estratégica del mandato. En cumplimiento de su función de promoción y protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en las Américas, la REDESCA preparó su primer plan de trabajo y agenda estratégica en torno a los países de la región, a partir del Plan Estratégico de la CIDH, como de las consultas y espacios liderados por el propio mandato. Entre ellas, destacó la consulta abierta desarrollada en el marco del I Foro Interamericano de Derechos Humanos en diciembre de 2017, replicada a través de las redes sociales.
Al tiempo, la Relatoría ha mantenido una fructífera agenda de reuniones y de contacto con Estados, instituciones públicas, academia, sociedad civil, sindicatos, otras instancias de la OEA, organismos intergubernamentales y donantes. Asimismo, ha participado activamente en la generalidad de los procesos internos en marcha en la CIDH. Desde su creación, la Relatoría participó asimismo en los Periodos de Sesiones 164, 165, 166, 167, 168, 169, 170 y 171 de la CIDH, realizados en la Ciudad de México, Montevideo, Washington D.C, Bogotá, Santo Domingo, Boulder, Washington D.C. y Sucre, respectivamente. En tales ocasiones, la REDESCA ha atendido innumerables audiencias públicas, así como las sesiones de trabajo de la CIDH, participando activamente en las discusiones sobre temas de su competencia. También la Relatora ha formado parte de la delegación de la CIDH en la Cumbre de las Américas, celebrada en Lima, como en la Asamblea General de la OEA que tuvo lugar en Washington. Asimismo, ha realizado varias presentaciones ante el Consejo Permanente y ante la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos de la organización (CAPJ).
Informe "Pobreza y Derechos Humanos".