Anualmente se registran en Europa unos 55 millones
de casos de niños que experimentan algún tipo de violencia, ya sea física,
sexual, emocional o psicológica, aunque está demostrado que la mayoría de ellos
no se denuncia, por lo que las cifras podrían ser más altas, afirma este martes
la sección regional europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS / WHO).
Esta falta de acusaciones se traduce en que, de los
204 millones de niños menores de 18 años incluidos en esta área geográfica,
casi el 30% de ellos sufre abusos emocionales, cerca del 23% excesos físicos y
alrededor del 10% abusos sexuales. A estas cifras, hay que añadirle que el
número de asesinatos asciende a unos 700.
Los estudios realizados indican claramente que los
niños y niñas que fueron víctimas de la violencia corren un mayor riesgo de
sufrir enfermedades mentales, consumo de drogas y alcohol y obesidad, así como
de sufrir afecciones crónicas en el futuro.
Ahonda en la cuestión la doctora Bente Mikkelson,
directora de la División de Enfermedades No Transmisibles y Promoción de la
Salud de la OMS en Europa, quien explica el aterrador precio que pagan los
menores y las sociedades víctimas de este tipo de atropellos.
"El trauma infantil tiene un costo terrible,
no sólo para los niños y los adultos en los que se convierten, cuyas vidas
destroza, sino también para el bienestar y la economía de todos los países. Con
voluntad política, todos podemos hacer frente a esta situación. Cada sector y
cada parte de la comunidad puede marcar la diferencia para hacer que la
sociedad sea más segura para los niños. Pero tenemos que acelerar".
Mayor financiación en el trato de la violencia
La OMS estima que anualmente se gastan 581.000
millones de dólares en tratamientos de los menores afectados por la violencia,
pero destaca que “el costo financiero palidece en comparación con el costo para
la salud de las personas”.
Por el contrario, la Organizaicón destaca un
aumento en la voluntad política de combatir este tipo de agresiones e indica
que el 66% % de los países de la región prohibieron el castigo corporal en
todos los ámbitos.
Pese a este avance, y a que el 83% de los países de
la región han elaborado un plan de acción nacional para poner fin al maltrato
infantil, menos de la mitad de estos planes cuentan con financiación.
El Programa INSPIRE como solución
Para ayudar a los países en la prevención y el
tratamiento contra esta lacra, la OMS cuenta con el programa INSPIRE que
identificó una serie de estrategias para reducir los niveles de violencia.
Las siete medidas que promueve este programa son:
- la aplicación y cumplimiento de las leyes
- la creación de normas y valores
- el
establecimiento de entornos seguros
- el apoyo a los padres y cuidadores
- el aumento de los ingresos;
- la creación de servicios de respuesta y apoyo
- la inversión en educación y la formación
Un taller para examinar los progresos
La OMS en Europa, junto a la Cooperación Nórdica y
la Alianza Mundial para poner fin a la violencia contra los niños, convoca hoy
y mañana un taller en Tallin para examinar los progresos realizados e
intercambiar orientaciones sobre cómo abordar “este problema social oculto”.
El taller reúne a expertos con los responsables de
las políticas de salud, asuntos sociales, educación y justicia, así como con
parlamentarios, y compartirá orientaciones y buenas prácticas relacionadas con
la aplicación del paquete técnico INSPIRE de la OMS.H.
Fuente Noticias ONU: https://news.un.org/es/story/2020/01/1467892
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