2016 es un año trascendental para la protección de
los niños frente a la violencia: marca el 10º aniversario del Estudio de las
Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños y el principio del proceso
de implementación del nuevo agenda de desarrollo global con su objetivo
estratégico 16.2 hacia la eliminación de todas las formas de violencia contra
los niños por 2030.
En los últimos años, la protección de los niños
frente a la violencia se ha evolucionado desde un asunto en gran parte ignorado
a una creciente preocupación global. Enmarcada por las normas internacionales
de derechos humanos y las recomendaciones del Estudio de las Naciones Unidas,
hubo una comprensión creciente de como los niños son expuestos a la violencia y
compromisos reforzados para asegurar su seguridad y protección, así como
esfuerzos para movilizar un apoyo político y social amplio para la prevención
de la violencia y para ayudar a cambiar las actitudes y comportamientos que
perdonan la violencia contra los niños.
El agenda post-2015 «Transformando nuestro mundo:
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», comparte la visión de un mundo de
sociedades pacíficas, justas y inclusivas, libres del miedo y de la violencia.
¡La inclusión de la eliminación de todas las formas de violencia contra los
niños como prioridad distinta es un logro histórico y un reconocimiento claro
de la urgencia para actuar y garantizar la protección de todos los niños, no
olvidando a nadie! ¡Debemos transformar este impulso en un movimiento global e
imparable! ¡Es efectivamente momento para parar la violencia contra los niños¡
En 2016, empezamos la cuenta atrás hasta el 2030 con
una visión clara, un compromiso renovado y una total confianza en nuestra
capacidad a alcanzar sus objetivos. Esos objetivos son alcanzables y la
comunidad internacional debe actuar como una sola, sin malgastar ningún
esfuerzo y contando con cada país, organización y individuo para construir un
mundo donde todos los niños pueden prosperar.
Avanzando, transformación, talento y tiempo son
nuestras consignas. Transformación, porque para lograr cambio duradero la
esperanza debe reemplazar la desesperación y la confianza superar la
desconfianza, y juntando nuestras manos, podemos ampliar nuestras capacidades
para actuar y conectar a los que quieren lograr cambio. El compromiso decisivo
y el liderazgo de los Estados, instituciones, comunidades y redes de millones
de adultos y niños quiénes están dispuestos a juntar sus esfuerzos son
fundamentales.
El talento debe estar al servicio de nuestras
valores ampliamente compartidas sobre los derechos del niño y de nuestra
sociedad que todos queremos construir. En la cuenta atrás hasta 2030, todo el
mundo cuenta y se necesita cada uno para vencer el impacto destructivo de la
violencia y exclusión social. Y tiempo, porque no puede haber ninguna
autocomplacencia y es imperativo moverse con un sentido profundo de urgencia.
Invertir en la prevención de la violencia, proteger la vida y el futuro de los
niños y ahorrar los recursos de las naciones significa tiempo ganado en la
cuenta atrás hasta un mejor futuro común. La oportunidad para el cambio es
demasiado importante y no podemos desaprovecharla.
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