1 nov 2014

"Salvemos el Ballet Municipal de Trujillo"

La alcaldesa Gloria Montenegro, del partido Alianza para el Progreso, ha tomado la vergonzosa decisión de desmantelar el acreditado Ballet Municipal de la ciudad.

Como advertíamos la semana pasada, hay perspectivas desalentadoras para la cultura a nivel de los gobiernos locales. Mientras la preocupación se extiende por la incógnita sobre el futuro de la actividad cultural propiciada desde la Municipalidad de Lima en los últimos años, en otras ciudades las noticias son francamente desastrosas.

Es lo que ocurre en Trujillo, donde la alcaldesa Gloria Montenegro, del partido Alianza para el Progreso, ha tomado la vergonzosa decisión de desmantelar el acreditado Ballet Municipal de la ciudad, aduciendo simple y llanamente carecer de presupuesto, y está liquidando sin remordimiento un elenco que, en vísperas de celebrar 25 años de existencia esforzada y fructífera, es el timbre de orgullo de la cultura trujillana y la única compañía de su tipo en todo el país, fuera de Lima.

El 21 de julio se dio inicio a este craso atentado contra la cultura ciudadana con el despido de cinco bailarines, y esta semana se despidió a otros siete, además de un técnico; en total, 12 despedidos sobre un total de 16 bailarines. Es evidente que la compañía no puede existir con solo cuatro integrantes. Así se consuma la liquidación alevosa de una de las más ilustres instituciones de cultura de la región y del país.

El coreógrafo de la compañía, Víctor Meza, uno de los más activos creadores de danza en nuestro medio, con larga y reconocida experiencia anterior en el Ballet Nacional del Perú, también ha sido despedido. A él y a sus colegas trujillanos, cuando intentaron persuadir al concejo de reconsiderar su lamentable decisión, la propia alcaldesa Montenegro les dijo que “no tenía dinero y que los artistas debían generar sus propios recursos”. Esta frase revela ya no solo mediocridad e indiferencia ante la cultura y el arte, sino abierto menosprecio y hostilidad por quienes los cultivan sacrificada pero amorosamente. Con autoridades de tal nivel, ¿a dónde irán nuestras ciudades?

Hasta ahora creía, cándidamente, que el Ballet Municipal de Trujillo expresaba una política ilustrada en el gobierno de la ciudad. Estaba equivocado. Sin duda fue así en otra época, pero hoy la realidad es que los artistas son aprovechados y explotados por políticos ignorantes que los maltratan y desechan sin más. Pese a ello, el Ballet trujillano siempre salió adelante porque es trabajador y esforzado, y por ello es un rico semillero. Yvonne von Mollendorff, una de nuestras bailarinas eternas, ha escrito en estos días que “de Trujillo salen los mejores bailarines del Perú”.

Es cierto, de Trujillo han surgido valores que enriquecen permanentemente nuestros principales elencos, el Ballet Nacional y el Ballet Municipal de Lima, y su actividad dancística y coreográfica goza de justo aprecio incluso más allá de nuestras fronteras. Sin embargo, todo lo hacen con apoyo avaro. Los sueldos apenas llegan a mil soles y están entre los peores que paga el concejo, que fuera de eso solo destina 1200 soles, tres veces al año, para los gastos de temporada, con lo cual hay que cubrir luces, sonido, tramoya, vestuario y publicidad, lo cual es ridículo. Hace mucho que las temporadas salen adelante a punche, por empeño y amor al arte. El presupuesto del Ballet Municipal apenas llega al sueldo del alcalde. Así es como “se hace cultura” en Trujillo.

La alcaldesa Montenegro asumió el cargo este año, cuando el titular César Acuña, líder del partido-empresa al cual ambos pertenecen, renunció para lanzarse por la presidencia regional. Alguna vez este señor dijo que jamás había leído un libro. ¿Será esto un signo de identificación partidaria? Pese a todo, hago votos para que el concejo trujillano reflexione y corrija esta medida brutal, una monumental burrada que, si se consuma, hará historia de la infamia.

El Ministerio de Cultura debería intervenir para que no se consume este crimen que es precisamente de lesa cultura. Artistas y amigos de la cultura: defender hoy al Ballet de Trujillo es la mejor forma de ponerse en pie de lucha para enfrentar lo que se viene en Lima.

Artículo de Ronald Gamarra publicado en Diario16 el domingo 26 de octubre de 2014.

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