Al inaugurar este lunes en Ginebra la 80° sesión del Comité de los Derechos del Niño, Michelle Bachelet señaló que a pesar de que en las últimas tres décadas se han registrado avances significativos y prácticamente todos los países han aprobado leyes para proteger las garantías de los niños, millones de ellos no gozan de sus garantías básicas.
"No todos los Estados parte aseguran a cabalidad la supervivencia y el desarrollo de todos los niños en todas partes. En general, los niños son vistos como receptores pasivos de cuidados y sus voces son desafiantes o ignoradas", dijo la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
La Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado de garantías fundamentales que más ratificaciones ha recibido históricamente y su adopción ha dado lugar a la creación de programas educativos, de nutrición y salud que han mejorado la situación de los menores en el mundo.
Además, hace tres años los Estados refrendaron su compromiso con la niñez y le prometieron un mejor futuro.
Avance insuficiente
Pero esas declaraciones son insuficientes y el mundo aún dista del progreso que hace falta para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La Alta Comisionada recordó que UNICEFestima que 60 millones de menores de 5 años morirán entre 2017 y 2030 por cauasas prevenibles y que, en 2016, 155 millones sufrieron atrofia del desarrollo o desnutrición crónica.
"Los niños son son especialmente vulnerables a la trata y la esclavitud, incluyendo las peores formas de trabajo forzado, esclavitud doméstica, esclavitud sexual y matrimonio forzado", subrayó Bachelet.
Agregó que los niños migrantes o desplazados, un colectivo en aumento, afrontan un alto riesgo de sufrir esas atrocidades.
Cifras calamitosas
Entre otros datos alarmantes, Bachelet destacó los 5,5 millones de menores de víctimas de trabajo forzado y el hecho de que un tercio de las víctimas de trata sean niños. En estas categorías niñas duplican el número de niños sometidos a explotación sexual. Millones de niñas, además, se convierten madres cada año, perpetuando así el ciclo de pobreza.
"Estos números son una calamidad. Cada uno de ellos representa a un individuo cuyas esperanzas y sueños han sido destruidos. Por desgracia, aún queda mucho por hacer antes de que cumplamos con los cuatro principios de la Convención: la no discriminación, lo mejor para su bienestar, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y del derecho a ser escuchado", puntualizó.
En ese contexto, abogó por dar un mayor énfasis al cumplimiento de los pilares y objetivos de ese instrumento y confío en que la discusión anual del Comité impulse el bienestar de la infancia mundial.
"Hoy, los niños y jóvenes enfrentan desafíos enormes relacionados con los conflictos, el cambio climático, la inestabilidad económica, el desplazamiento, la reducción de los espacios participativos, la globalización y los cambiantes mercados laborales. Se trata de la misma gente joven que es fuente de ideas, innovación y soluciones. Darles facultades, respetar su dignidad y garantizar sus derechos nos beneficia a todos", concluyó Bachelet.
Fuente Noticias ONU: https://news.un.org/es/story/2019/01/1449342
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