22 ene 2016

India: La historia de una víctima de violación forzada a casarse con su violador

El crimen se repite de nuevo
La historia de una víctima de violación en Mathura, es forzada a casarse con su violador, demuestra lo poco que se ha avanzado en este lugar.

Durante la campaña para reformar las leyes relativa a violaciones al principio de los años 80, después del fallo de la Corte Suprema en el caso de violación de Mathura en el cual dos agentes de policía que habían violado una menor tribal de 15 o 16 años en la comisaría de policía fueron absueltos por motivos que la menor no tenía "buen carácter" y que tenía más de 16 años, un eslogan acuñado por movimiento de mujeres para captar sucintamente la ironía en este fallo, "Mathura ha sido violada dos veces, primera vez por los agentes de policía y después por las cortes," es todavía pertinente como lo era en esos años.


A pesar del hecho que, en los últimos años, la atención pública haya sido sobre este tema, nada parece haber cambiado para las víctimas. Todo lo que hemos logrado pese a varias enmiendas a la ley relativa a la violación es hacerla más estricta que disuasiva. No ha aumentado las tasas de condenas, las cuales siguen siendo lamentables, un mero 10-15%. En todos los demás casos, la víctima es considerada con sospecha y llamada mentirosa.



Aunque hayamos cambiado la nomenclatura de "víctimas" por el término "sobreviviente", los juicios por violaciones siguen siendo desgarradores, y las víctimas siguen siendo humilladas, no sólo por los abogados abogados de defensa sino también por los jueces.  En raras ocasiones, si se obtiene una condena en primera instancia, esta condena es a menudo revocada en apelación.



En lugar de empoderar la víctima y ayudarla a devenir una sobreviviente, el juicio penal disminuye sus condiciones sociales. La menor de una zona pobre es forzada de dejar la escuela y su familia se traslada para evitar la estigmatización. La mayoría de las campañas terminan cuando se promulga la ley y la rehabilitación muy pocas veces es una preocupación. Se cree generalmente por activistas y partes interesadas que prescribir una pena disuasoria se transforma en justicia para la víctima. 


Esta situación predominante impide la mayoría de las víctimas a presentar cargos por violación, especialmente si el violador es una persona conocida, poderosa y influyente, o si es un miembro de la familia. La mayoría de las víctimas están conscientes de la humillación que sufrirían y que, últimamente, serían las única a pagar el precio de presentar una queja.

La humillación que sufre la víctima no se limita al tribunal de primera instancia, sino sigue hasta la etapa de apelación. Si la violación resuelta en un embarazo, su situación deviene aún más precaria. Varias veces el violador ofrece a la víctima de casarse, y los jueces la convencen de aceptar tal oferta como única solución viable por motivos que es difícil de criar sola a un niño y sufrir la estigmatización social.

Esto es terriblemente evidente en el caso de una mujer joven en Cuddalore, Tamil Nadu. El incidente ocurrió en 2008. En 2014, la corte condenó el acusado y le ordenó pagar una compensación de Rs 2,000,000. En julio de 2015, durante la apelación, el juez D. Devadass de la Alta Corte de Madras pidió a la víctima de considerar la oferta de matrimonio del acusado y refirió el caso para mediación, por motivos que el hijo necesita un padre y que es difícil criar a un niño como madre soltera. No obstante, la víctima rechazó la oferta y comentó, "¿Sabe el juez la humillación y estigma que atravesé durante los años desde el incidente?"

Luego, en octubre, el caso llegó ante otro juez, el juez A. Selvam, quién dejó de lado la condena y refirió el caso para nuevo juicio por motivos que no había prueba clara que la víctima tenía menos de 16 años cuando el incidente ocurrió, y que la condena era basada solamente sobre su prueba testimonial. El juez también ordenó a la víctima devolver la compensación ordenada por el tribunal. Concluyó que la víctima tenía más de 16 años, que fue una relación sexual consensual y no violación. Aunque la alta corte tuviera el poder de verificar los documentos para averiguar su edad, en lugar de dejar de lado la condena y ordenar nuevo juicio 7 años después del incidente, declinó esta opción.

Esto era precisamente la situación en el caso de Mathura. A pesar de que la persecución hubiera alegado que la niña tenía menos de 16 años, como no clara prueba de edad estaba disponible porque era una niña tribal analfabeta sin acta de nacimiento o certificado escolar probando su edad, el acusado fue absuelto por motivos de la doctrina del beneficio de la duda para en favor del acusado.

Parece que se repitió la historia con la alta corte dejando de lado la condena por solo motivo de la edad, a pesar de que las pruebas de ADN probaran la paternidad. Incapaz de soportar esta humillación y también las dificultades económicas, cuando vino el momento del juicio, la víctima informó el tribunal de Mahila de Cuddalore, el 29 de diciembre, que se había casado con el acusado y que vivían juntos. Puso fin a este litigio tortuoso, donde una mujer de 22 años ha sido dejado sin ninguna protección. No hubo instrucción por parte del tribunal según la cual los Rs 2,000,000 de compensación deberían ser reservados como futura seguridad para el niño o como aseguramiento que el hombre no vaya a ser vengativo y crual como represalias por haber hecho una denunciación de violación contra él.

Esta preocupante tendencia no es rara pero sino una ocurrencia de rutina en nuestros tribunales.

 
Fuente The Indian Express "Crime repeats itself": http://indianexpress.com/article/opinion/columns/crime-repeats-itself/

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