Una de cada 5 embarazadas que fallecen en la región muere como consecuencia de hemorragias durante o inmediatamente después del parto.
Washington, DC. Una de cada cinco muertes maternas
en las Américas es consecuencia de hemorragias obstétricas durante o
inmediatamente después del parto. Para prevenir estas muertes, la
Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud
(OPS/OMS) lanzó recientemente la iniciativa Cero muertes maternas por
hemorragia.
Cada día fallecen en la región alrededor de 16 mujeres por causas relacionadas con el embarazo o el parto, la mayoría de las cuales se pueden evitar. Las hemorragias son su principal causa. Se estima que el 8,2% de las mujeres que dan a luz en América Latina sufrirán una hemorragia postparto grave que requerirá una transfusión.
"Ninguna
mujer debería morir durante el proceso de ser mamá", afirmó la
Directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne, y señaló que "se cuenta con
el conocimiento y las herramientas para evitar que las mujeres mueran
por causas que se pueden prevenir". Asimismo, abogó por "mejorar su
acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, para que puedan
planificar la familia que desean tener".
La
iniciativa, que se implementa en cinco países y podría extenderse a
otros más, contempla una serie de acciones para mejorar el acceso a los
servicios de salud para las embarazadas, así como la calidad de la
atención a mujeres con complicaciones hemorrágicas del embarazo. Entre
las actividades figuran:
* Formar a profesionales de la salud para reducir el número de hemorragias y tratar en forma correcta y oportuna las que se presenten;
* Proveer de equipos para la formación de estos profesionales;
* Apoyar la organización de los servicios de salud para mejorar la atención de las mujeres;
* Reducir las brechas en el acceso a servicios de calidad y asegurar la disponibilidad de sangre segura para transfusiones y los medicamentos esenciales.
Los países donde Cero muertes maternas por hemorragia comenzó a implementarse son Bolivia, Guatemala, Haití, Perú y República Dominicana, donde la mortalidad materna es la más elevada y la hemorragia es la principal causa de muerte. Se contempla que Guyana, Honduras, México y Paraguay podrían incorporarse también a este proyecto. El presupuesto inicial para esta iniciativa asciende a 1,8 millones de dólares.
La
OPS/OMS, junto a sus socios la Federación Latinoamericana de Sociedades
de Obstetricia y Ginecología (FLASOG) y de la Confederación
Internacional de Parteras (ICM), ya capacitaron en prevención,
diagnóstico oportuno y tratamiento de las hemorragias obstétricas a
profesionales de ocho países de la región, quienes a su vez instruirán a
otros en sus países.
Los
profesionales aprendieron a detener hemorragias graves utilizando
diversos simuladores, como el traje antishock no neumático, el cual
puede colocarse alrededor de la parte baja del cuerpo de la mujer que
experimenta una hemorragia; y el balón intrauterino, que pueden ser
insertados en el útero para reducir o frenar la perdida de sangre.
Los
participantes también fueron capacitados para manejar la herramienta de
emergencia por sangrado conocida como "Código Rojo", y en la práctica
de cirugías conservadoras y de salvataje. Las capacitaciones apuntaron
además a ayudar a los profesionales de la salud a comprender importantes
aspectos relacionados con la etnicidad, el género y los derechos
humanos.
Entre
1990 y 2010, la mortalidad materna en América Latina se redujo 43% y
30% en el Caribe. Sin embargo, ese progreso no alcanzaría para lograr el
75% de reducción acordado para 2015 por los países del mundo en los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de Naciones Unidas.
"Todavía
hay mucho por hacer para lograr esta meta", señaló la Directora de la
OPS/OMS y consideró que mientras el mundo avanza hacia los nuevos
objetivos de desarrollo sostenible, la salud de la mujer debe mantenerse
con especial atención para asegurar un futuro sano y productivo, no
solo para ellas, sino también para sus hijos, familias y países
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