Una excepción notable a la indiferencia general de las instituciones públicas hacia la cultura la ha marcado claramente la Municipalidad Metropolitana de Lima bajo la gestión de la alcaldesa Susana Villarán. Este avance tan importante, aunque todavía inicial para las necesidades de una megaciudad como la nuestra, está en peligro de ser desmantelado por el alcalde electo Castañeda, del mismo modo que tiró al tacho la recordada Bienal Internacional de Arte visionariamente introducida por el alcalde Alberto Andrade.
Reproduzco los párrafos más importantes de la declaración que está circulando bajo el título “Emergencia Cultural”, que ya ha sido suscrita por más de 2 mil personas del mundo de la cultura para llamar la atención sobre esta lamentable perspectiva. Puedes conocer más sobre esta iniciativa en https://www.facebook.com/pages/Emergencia-Cultural, y si te parece conforme puedes adherirte en https://secure.avaaz.org/es/petition/Peruanas_y_Peruanos_Firmar_Peticion_Emergencia_Cultural_1/edit/. Entre otras consideraciones, dice la declaración:
1. LAS POLÍTICAS CULTURALES DE CALIDAD SON FUNDAMENTALES PARA CONSTRUIR UNA MEJOR VIDA EN SOCIEDAD. En las últimas décadas las principales ciudades del mundo se han enfocado en fortalecer dichas políticas por considerarlas imprescindibles para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, reducir la conflictividad que conlleva residir en una gran urbe y, sobre todo, disminuir la delincuencia.
2. UNA CIUDAD TAN CULTURALMENTE VARIADA COMO LIMA DEBE INTEGRAR Y VALORAR ESA DIVERSIDAD. Más allá de críticas legítimas hacia la actual gestión municipal, destacamos un gran acierto: darle un valor sin precedentes al tema cultural, con una visión amplia e integradora, capaz de convocar a los más variados sectores para llevar a cabo actividades culturales gratuitas de toda índole, beneficiando a los sectores más populares de la población.
3. LOS PROGRAMAS INAUGURADOS DEBEN CONTINUAR: LIMA NO PUEDE QUEDAR REZAGADA A NIVEL REGIONAL. Entre 2011 y 2014 se invirtieron 50 millones de soles en cultura. Ese presupuesto está muy por debajo del presupuesto de ciudades como Bogotá (100 millones) o Quito (21 millones anuales) que han reducido drásticamente sus índices de delincuencia. En Lima 1 200 actividades beneficiaron a 360 000 personas con la puesta en valor de monumentos arqueológicos, Vamos al Museo, Vamos a las Huacas, Cultura Viva Comunitaria, Escuela de Arte Urbano, Lima Vive Rock, el FAEL, la Bienal de Fotografía, ferias, talleres, cursos y publicaciones. Estas actividades han integrado a Lima en una red de primer nivel local e internacional. El programa Cultura Viva Comunitaria fue reconocido por la Red Mundial de Ciudades, Gobiernos Locales y Regionales. Durante este periodo, los trabajadores culturales han tenido apoyo institucional de la Municipalidad, en muchos casos por primera vez. Se reconoció su contribución a enriquecer la identidad de Lima, al permitir difundir sus cantos, bailes, relatos, imágenes, bajo condiciones laborales justas y profesionales.
4. DESCONOCER Y DESARTICULAR LO AVANZADO SERÍA UN TERRIBLE ATENTADO CONTRA LA CIUDAD Y SUS HABITANTES. La mayoría de planes de gobierno no incluyen propuestas culturales serias, no garantizan la continuidad de lo avanzado ni comprenden su importancia para construir la ciudad que queremos. Una ciudad segura, donde podamos confiar en quienes nos rodean, donde sintamos que pertenecemos a una comunidad, donde nuestras tradiciones sean respetadas y nuestra creatividad pueda desarrollarse en un ambiente que favorezca el diálogo en igualdad, solo puede lograrse mediante políticas culturales con objetivos claros. Esta es la base para una lucha eficaz contra la inseguridad, la discriminación y la corrupción.
(…) La cultura no es un adorno ni un entretenimiento. Debe ser el alimento mismo para construir una sociedad nueva.
Artículo de Ronald Gamarra Herrera publicado en Diario16 el domingo 19 de octubre de 2014.
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