Esta semana, el diario Perú 21, perteneciente al conglomerado monopólico de El Comercio, dedicó su portada entera a la alcaldesa de Lima titulando en grandes caracteres: “Préstamo facilito”. Dos páginas detallaban la denuncia: la alcaldesa había recibido un préstamo de la Caja Municipal de Crédito Popular por un monto de 25 mil soles y por ello se le acusaba de corrupción. Se invocaba el precedente del exalcalde de Tumán Juan Romero Zeña, destituido por el Jurado Nacional de Elecciones en 2009 “por contratar con la municipalidad” y se planteaba en buena cuenta: si se destituyó al alcalde de Tumán, por qué no se hace lo mismo con la alcaldesa, qué injusticia.
Pero, oh sorpresa, los casos no pueden ser más diferentes. Según la Resolución Nº326-2009-JNE, que Perú 21 glosó torcidamente, “Juan Romero Zeña ostenta la doble condición de alcalde y gerente general de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Tumán. Aprovechándose de tal condición ha propuesto con éxito ante su Concejo Municipal la realización de operaciones de endeudamiento (préstamos y sobregiros)”. La resolución agrega: “Lo cuestionable radica en el hecho de que la propuesta de realización de operaciones de financiamiento externo o, lo que es lo mismo, la solicitud de préstamos o créditos a cargo de una entidad financiera, sea realizada por el propio alcalde ante el Concejo Municipal y con respecto a la persona jurídica privada que él representa”.
En suma: Juan Romero Zeña endeudó al municipio del cual era alcalde con una cooperativa, entidad privada de la cual él mismo era gerente general. Por eso dice la resolución: “Existe un evidente conflicto de intereses entre representar el interés municipal como alcalde de una municipalidad y representar, al mismo tiempo, un interés particular como gerente general de una entidad financiera. Y ello es lo que ocurre en el presente caso, en el que el alcalde de Tumán representa a la Cooperativa de Ahorro y Crédito Tumán a la cual solicitó financiamiento”. El JNE dispone su destitución, subrayando que “no puede dejar de señalar su extrañeza de por qué ante la necesidad de contraer créditos para atender obligaciones municipales se decide, sin discusión, que la entidad financiera que los provea sea la empresa en la que participa el alcalde en calidad de gerente general”.
¿Qué tiene que ver esto con Susana Villarán? La alcaldesa de Lima se limitó a pedir un préstamo a cuenta de su remuneración, al cual tiene perfecto derecho como cualquier trabajador de la comuna y por el cual paga intereses que gana la Caja Municipal. La prohibición de contratar nada tiene que ver en este caso. Con la interpretación artera de Perú 21, Susana Villarán no podría ni viajar en el bus metropolitano porque es una concesión municipal y el pasaje es un contrato de adhesión, ni podría contratar agua para su casa con Sedapal, empresa pública en la cual el Concejo limeño tiene directores.
Quien tenga dos dedos de frente sabe a qué se refiere la prohibición de traficar con la entidad pública de la cual uno es titular. Perú 21 lo sabe, pero deliberadamente desinforma y manipula. Lo sabe muy bien Martha Meier, que se permite insultar grosera y reiteradamente a la alcaldesa. No lo saben los tontos que se suman al coro sin haber leído la resolución del JNE. Pero es iluso esperar objetividad periodística de quienes mueven una campaña de demolición por odio político. No es extraño que salieran con esta “denuncia” cuando la Municipalidad intenta cerrar La Parada. Qué les importa la ciudad, con tal de destruir a Susana. Pero su “denuncia” solo demuestra que a Susana “la plata no le llega sola”, por millones, como a los políticos corruptos que promueven. Y también demuestra, lamentablemente, que el periodismo puede ser el más vil de los oficios. Cómo se extraña el espíritu y la integridad de Cartucho Miró Quesada.
Artículo de Ronald Gamarra publicado en Diario 16, el día domingo 09 de marzo de 2014.
Fuente Diario16: http://diario16.pe/columnista/42/ronald-gamarra/3190/susana-lobos
No hay comentarios:
Publicar un comentario