13 nov 2013

HOY: Desentierran los restos del Ex Presidente JOÃO GOULART para esclarecer las causas de su muerte

Con Goulart, Brasil exhuma el Plan Cóndor

“No hay duda de que la dictadura y el Cóndor lo hostilizaron durante los doce años que debió vivir en el exilio”, señala la ministra Maria do Rosario. El retiro del cuerpo se realiza a pedido de la familia, que sospecha que fue envenenado.
“Estamos exhumando el Plan Cóndor.” Para la ministra Maria do Rosario, el desentierro del presidente João Goulart abre las entrañas de una “red terrorista internacional en la que la dictadura brasileña tuvo una participación importante. La exhumación del presidente Goulart nos acercará a la verdad de lo ocurrido durante esa persecución que duró años. Sabemos que el Cóndor lo siguió en Argentina, que lo siguió en Uruguay, que la dictadura brasileña lo hostilizó hasta el día de su muerte. Y no descartamos que la dictadura haya estado involucrada en una muerte que tiene interrogantes”.
“Contamos con informaciones consistentes sobre el interés prioritario que la dictadura y el Cóndor tenían en Goulart, que nunca pudo volver con vida a su país. Después de 37 años, el gobierno de la presidenta Dilma está realizando una reparación histórica con la democracia brasileña y con sus familiares, que fueron los que nos solicitaron la exhumación por dudar de su envenenamiento.” En entrevista con Página/12, la ministra de Derechos Humanos asegura que “la exhumación es sólo uno de los pasos, dado que nuestro trabajo junto a la familia y la Comisión de la Verdad comenzó hace un largo tiempo, cuando la presidenta Dilma nos encomendó dar prioridad al esclarecimiento de la muerte”.
El retiro del cuerpo será realizado hoy en el cementerio Jardín de Paz de São Borja, que ayer fue monitoreado por funcionarios encabezados por Nadine Borges, del Equipo de Trabajo ad hoc creado por la Secretaría de Derechos Humanos, familiares de Goulart y la Policía Federal.
Posteriormente los despojos serán trasladados a Brasilia.
“El cuerpo tendrá honras de Estado, que es el homenaje que un presidente merece, esto que tuvo que haber ocurrido hace 37 años, ocurre hoy bajo un gobierno democrático que está demostrando con hechos su compromiso con la verdad y la reparación”, afirmó Maria do Rosario.

–¿Y si los estudios demuestran que no fue envenenado?
–Debemos esperar sin urgencia lo que surja de los exámenes en laboratorios internacionales en un cuerpo que sufrió los efectos del paso de 37 años, no podemos esperar que los laboratorios den un parecer conclusivo. Tal vez no lo logren y, en ese caso, quedará siempre la duda del envenenamiento. De lo que no hay duda es de que la dictadura y el Cóndor lo hostilizaron durante los doce años que debió vivir en el exilio. Que la dictadura no le permitió retornar a su país como él quería hacerlo.
“Hace 37 años la familia pidió permiso, y no lo obtuvo, para que el presidente fuera llevado a Brasilia, como correspondía. Es decir que una dictadura ilegítima prohibió que el cuerpo de un ex presidente electo fuera recibido en la capital y también prohibió que se le hiciera una autopsia, algo que además es muy sugestivo”, repasa Maria do Rosario.

Eduardo Frei y Arafat

La revelación de que el ex presidente chileno Eduardo Frei fue víctima de una intoxicación urdida por el régimen de Pinochet “fue un caso que estudiamos bastante, porque las dictaduras de Chile y de Brasil utilizaron métodos semejantes y sus aparatos represivos estaban en contacto para coordinar tareas”, señala la ministra.
Luego comenta que los casos de Frei y más recientemente del líder palestino Yasser Arafat demuestran que los envenenamientos han sido una técnica utilizada por el terrorismo de Estado para eliminar a sus enemigos sin dejar rastros por muchos años. Incluso, agrega, algunos de los peritos internacionales que ya se encuentran en São Borja analizaron cómo fue realizada la exhumación de Eduardo Frei y los estudios posteriores que se le realizaron.

Stock de memoria

São Borja amaneció soleada ayer, luego de la tormenta del lunes, e “invadida” por reporteros y funcionarios que alteran la rutina bucólica de esa ciudad de poco más de 60 mil habitantes, calles angostas y sin pretensiones, donde sobresalen dos museos importantes: dedicados a los ex presidentes João Goulart y Getulio Vargas.
“Pocas ciudades tienen dos presidentes como tenemos nosotros en São Borja, somos una ciudad pequeña, pero com muchos hijos célebres que siempre se recuerdan, acá tenemos un buen stock de memoria”, cuenta el taxista Jango, en el camino que va de la simple estación de colectivos al centro de la ciudad, donde arriban muy pocos vuelos comerciales.
Con remera roja del Internacional de Porto Alegre, el taxista Jango, de unos 55 años, asegura que en 1976 fue uno de miles de vecinos que se volcaron a las calles para acompañar el cortejo fúnebre del ex presidente Goulart. “Esto era un mar de gente, estaba toda la avenida Vargas llena, la iglesia llena, todo el mundo estaba en la calle”.
Goulart había fallecido en su estancia de la provincia de Corrientes, donde un médico pediatra libró un certificado de defunción diciendo que la causa había sido un paro cardíaco.

“Eminencia cubana”

“Para nosotros, la familia del presidente Goulart, su muerte posiblemente tuvo como causa un posible envenenamiento que tendrá que ser estudiado ahora por los laboratorios que reciban las muestras que se recogerán mañana (por hoy)”, declaró João Marcelo, nieto del líder laborista.
“Nosotros estamos viviendo un momento de mucho dolor, de gran tensión y a la vez de expectativa por la exhumación”, comentó antes de ir hacia el Cementerio Jardín de Paz, donde reposan los restos. Médico graduado en Cuba, João Marcelo dijo conocer muy bien el currículum del doctor Jorge González Pérez, rector de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, que integra la comitiva de expertos internacionales invitados para observar la exhumación. González Pérez “es una eminencia científica internacional, tiene un gran reconocimiento por su formación, reforzada por su experiencia en trabajo de campo como el que hizo en Bolivia con el descubrimiento y reconocimiento de los restos del Che Guevara”.
 
Por Darío Pignotti

No hay comentarios:

Publicar un comentario