“Estamos
viendo los derechos de las mujeres siendo atacados desde muchos frentes”, ha
afirmado este martes la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos en un evento celebrado en Ginebra para conmemorar los 25 años
de la Conferencia de la Mujer en Beijing.
“Hace
veinticinco años, el grito de guerra: ¡los derechos de las mujeres son derechos
humanos! condujo al hito transformacional que estamos aquí para conmemorar”,
dijo Michele Bachelet antes de añadir que ese lema fue algo más que un grito de
guerra.
“Fue
un recordatorio de que las mujeres no solicitaban ningún derecho especial. No
estaban pidiendo concesiones, privilegios o derechos. Lo que querían de la
comunidad internacional era el reconocimiento de que, como seres humanos, las
mujeres tienen exactamente los mismos derechos que los hombres. Pidieron el fin
de la discriminación de género generalizada y centenaria que les impedía
disfrutar de estos derechos humanos en pie de igualdad. Hace veinticinco años,
su clamor fue escuchado y respondido”, explicó.
La
que fuera directora ejecutiva de ONU Mujeres recordó que antes de la
Declaración de Beijing, la discriminación contra la mujer era ampliamente
tolerada, la violencia de género se consideraba un asunto privado que debía
tratarse dentro de la familia; y bajo la presunción de que, como madres y
esposas, las niñas no requerirían educación formal, fueron excluidas de las
aulas.
Una
Conferencia revolucionaria
La
Declaración de la Conferencia fue un rechazo fuerte y muy esperado de estas
nociones. Reconoció la diversidad de las mujeres y la necesidad de abordar
múltiples formas de discriminación. Afirmó que su elección sobre sus cuerpos
era una cuestión de derechos humanos y una piedra angular del desarrollo. Y
destacó la importancia de defender los derechos humanos de las mujeres a lo
largo de su ciclo de vida.
“En
pocas palabras: la Plataforma de Acción de Beijing fue revolucionaria”, afirmó
Bachelet que también recordó fue que la Conferencia fue producto de décadas de
defensa y compromiso inquebrantable de grupos de la sociedad civil, movimientos
feministas y activistas por los derechos de las mujeres.
Tras
la Conferencia, se han hecho importantes avances, algunos de los cuales enumeró
Bachelet:
- Aunque
todavía estamos lejos de la paridad, el número de mujeres parlamentarias
nacionales casi se ha duplicado;
- Más
de 150 países ahora tienen leyes sobre el acoso sexual;
- El
matrimonio infantil ha disminuido a nivel mundial;
- Los
países tienen significativamente más datos sobre la violencia contra las
mujeres;
- El
porcentaje de mujeres en trabajos remunerados ha aumentado;
- Más
de 140 países garantizan la igualdad de género en sus constituciones;
- Los
Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo han adoptado
convenios para eliminar la violencia y el acoso en el lugar de trabajo y
proteger los derechos laborales de las trabajadoras domésticas.
La
amenaza de una regresión
Sin
embargo, cuando esa agenda para la igualdad aún no está ni terminada, la alta
comisionada para los Derechos Humanos señaló que existe el riesgo de una
regresión.
“Si
la conferencia de Beijing es conocida como un momento de compromiso colectivo y
fuerte con los derechos humanos, veinticinco años después el escenario es
bastante diferente. Estamos viendo estos derechos, especialmente los derechos
de las mujeres, bajo ataque en muchos frentes”, declaró, para después señalar:
“estamos viendo retrocesos y el resurgimiento de narrativas contra la igualdad
de género basadas en la discriminación de siglos”.
Bachelet,
que fuera dos veces presidenta de Chile, advirtió que “los derechos de las
mujeres no son negociables” y dejo claro que “no pueden ser una política
opcional sujeta a los vientos cambiantes de la política”.
La
agenda de los derechos de las mujeres no puede destruirse estableciendo una
jerarquía de medidas aceptables y aquellas consideradas "demasiado
sensibles", dijo.
“En otras palabras, debemos resistir todos los desafíos a la afirmación ganada con tanto esfuerzo de lo que sabemos: que los derechos de las mujeres son derechos humanos, en su universalidad e indivisibilidad, y para todas las mujeres, en su diversidad plena y libre”, concluyó.
Fuente Noticias ONU: https://news.un.org/es/story/2020/02/1470081
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