"...Una razón más para que esa vergüenza de ministro de justicia que tenemos odie y desconfíe de ese engendro del rojerío llamado Comisión Interamericana de Derechos Humanos".
Gallo pinto, fruta y refresco deguanábana. Algunas bromas para disipar la tensión. Me agarran de punto. Entonces la risa aconpaña la fortaleza y la esperanza que derrochan. La agiganta. Terminando el desayuno en el simpático hotel que rinde homenaje al poeta y personaje mayor de Rostand y a la interpretación que de él hizo Depardieu, doña Raida, Carmen, Rosa y Gladys, enmañanadas, inician el camino a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A pie, claro. Total, 700 metros norte y ya, avenida 10 y luego calle 47, les alcanzó a decir un amable tico. O sea, aquicito no más.
Les tomó un poco más de tiempo, es cierto, porque hubo varias cuestas que vencer, pero llegaron enteras. En la puerta del tribunal interamericano, la necesaria foto. Otra vez, aquí, Raida. Tantas veces, aquí, Raida. Todas las veces que sea necesario. Hasta que el torpe, insensible y lejano Estado peruano entienda. Las entienda Te entienda. Nada más que identificarse como familiares de las víctimas de La Cantuta y Barrios Altos y la puerta de fierro se abre. Las veo perderse presurosas por el estrecho camino que, por la derecha, conduce a la Sala de audiencias.
Como ya ha empezado la sesión del caso El Frontón, y la sala está repleta, me envían a la izquierda, a otro salón, ubicado en el primer piso de la casona de la Corte, a ver la audiencia por televisión. Insisto, soy peruano, quiero entrar a la misma Sala de audiencia. Un momentico, obtengo por respuesta. Mientras espero, curioseo y encuentro. Primero, distingo no sin dificultad a los agentes Jorge Villegas y Adrían Simons. En un rincón de la casa, en el lugar menos iluminado, formalitos, sentditos y compartiendo el mismo sillón, ensayando el rollo que a nombre del Estado presentarán en unos minutos. Después, veo llegar un tanto apurado al comisionado Luis Vargas. Alcanzo a preguntarle si él intervendrá a nombre de la Comisión Interamericana en la siguiente audiencia, la de Barrios Altos y La Cantuta, me contesta que sí mientras el personal de la Corte me lleva a la Sala de audiencias. Un pasante se vio obligado a cederme el asiento. Lo justo, varón.
Me coloco en la fila detrás de Raida. Ya está por empezar la audiencia por la que ha vuelto a San José. Por la que he regresado a Los Yoses. La observo. Tan fuerte como siempre. Más digna que nunca. Siento ese coraje y esa perseverancia que le han permitido convertir el más profundo dolor en una lección de entereza. En un reclamo vgoroso e indeclinable de justicia. Si, Raida, los casos ya los ganaron, en el 2001 y en el 2006. Sí, Raida, ahora vienes a señalar al traidor Kuczynski y a un Estado que, pendejerete, le sacó la vuelta a sus obligaciones internacionales con un indulto trucho y negociado al condenado jefe del grupo Colina.
Siento tu emoción, y tu orgullo, al ver a Carmen sentada al lado de las abogadas y los abogados, dirigiéndose al tribunal, solicitando justicia para su hermano Armando y para los demás. La verdad, Carmen, chata, ¡qué bien lo hiciste! Siento tu tranquilidad cuando escuchas a Gloria Cano, Viviana Kristicevic, Carlos Rivera y David Velazco -tromes todas y todos- soltar la manga de argumentos, razones y estándares que discutieron y prepararon el día anterior en la casa de Cejil, aquella tarde prometedora e interminable de la que generosamente me permitieron ser testigo. Formidable trabajo el de Alejandra Vicente. Buen acompañamiento, Christian Huaylinos.
Calculo tu inquietud al divisar en el otro extremo de la Sala, en el sectro del Estado, al abogado de Alberto Fujimori. Tranquila, Raida, no pasa nada. Está en modo "actuación presencial". De simple mirón, pues. Figureteando. De seguro, abriendo la vía de la fantasía para la imaginación jurídica, pensando ya en recurrir a una inexistente instancia "megasupranacional". Tal vez, a los dioses del Olimpo. Porque, francamente, no creo que en la Corte Interamericana consiga algo.
Huelo tu alarma cuando empiezan a parlotear los agentes del Estado. No pasa nada, Raida. Nuevas caras, misma chachara, el desastre de siempre. Lo dicho: primero, una larguirucha defensa basada en el supuesto carácter humanitario de la medida a favor de Fujimori (y la superioridad moral del Estado), que no se logra acreditar ni sostener, para luego caer enlo que mejor sabe hacer la representación peruana, la torpeza. Vamos, vamos, Perú. Qué feo y que desatinado estuvo eso de pretender "escuelear" a los magistrados, darles cátedra de derecho procesal civil (¿?) y recitarles los nombres de juristas famosos. Qué horror aquel, señora, de alegar una excepeción preliminar ¡en fase de supervisión del cumplimiento de dos sentencias definitivas! Qué despropósito acudir a San José, alegar ante los magistrados, y afirmar su falta de competencia para conocer el caso.
Y sobre el fondo del asunto, aunque la labor era complicadísima, qué falta de argumentos para rebatir el carácter político del indulto trucho, remarcado por la representación de las víctimas, porque francamente el Estado algo mejor pudo haber alegado. Qué ausencia de luces para rebatir la retahíla de irregularidades observada en el expediente administrativo del indulto que, inmisericordemente, sin piedad ni anestesia algunas, señaló el aleonado Carlos Rivera, porque pudieron hacer algo más que quedarse callados; y, por último, qué déficit de seguridad y firmeza para coger el guante lanzado, primero por la argentinísima y siempre directa Viviana Kristicevic y luego por la propia Comisión Interamericana, sobre el extremo de la proporcionalidad entre los derechos de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos, específicamente a la reparación que incluya el castigo a los culpables y la no supresión de los efectos de la sentencia condenatoria, y la dignidad del condenado por estos graves crímenes cuya situación de salud aconseje la toma de una medida alternativa y provisoria, distinta a la cárcel, que no pasa por la concesión del indulto.
Uno de tus mejores momentos, Raida, creo que fue cuando escuchaste al sólido comisionado Luis Vargas. El colocho lo dijo textual, directo, sin esos requiebres jurídicos del que gustan lo abogados. El indulto, aún por razones humanitarias, no es aplicable a los casos de graves violaciones a los derechos humanos. Punto. Luego Paulo Abrao, el secretario de la Comisión Interamericana, cerraría el círculo. La Corte debe revocar ese indulto, subrayó, y dio pr terminada a intervención de su representada.
Una razón más para que esa vergüenza de ministro de justicia que tenemos odie y desconfíe de ese engendro del rojerío llamado Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ah señor Mendoza, le aclaro, para que no vaya por allí y por allá metiendo las patas, varios de esos caviares d laCIDH, incluyendo por cierto al comisionado Vargas, fueron elegidos recientemente y con voto del Estado peruano. Hace poquito no más, n tiempos del traidor Kuczynski. Su inepto jefe. Tan inepto que lo ha nombrado a usted, precisamente a usted, de ministro.
Y sobre el fondo del asunto, aunque la labor era complicadísima, qué falta de argumentos para rebatir el carácter político del indulto trucho, remarcado por la representación de las víctimas, porque francamente el Estado algo mejor pudo haber alegado. Qué ausencia de luces para rebatir la retahíla de irregularidades observada en el expediente administrativo del indulto que, inmisericordemente, sin piedad ni anestesia algunas, señaló el aleonado Carlos Rivera, porque pudieron hacer algo más que quedarse callados; y, por último, qué déficit de seguridad y firmeza para coger el guante lanzado, primero por la argentinísima y siempre directa Viviana Kristicevic y luego por la propia Comisión Interamericana, sobre el extremo de la proporcionalidad entre los derechos de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos, específicamente a la reparación que incluya el castigo a los culpables y la no supresión de los efectos de la sentencia condenatoria, y la dignidad del condenado por estos graves crímenes cuya situación de salud aconseje la toma de una medida alternativa y provisoria, distinta a la cárcel, que no pasa por la concesión del indulto.
Uno de tus mejores momentos, Raida, creo que fue cuando escuchaste al sólido comisionado Luis Vargas. El colocho lo dijo textual, directo, sin esos requiebres jurídicos del que gustan lo abogados. El indulto, aún por razones humanitarias, no es aplicable a los casos de graves violaciones a los derechos humanos. Punto. Luego Paulo Abrao, el secretario de la Comisión Interamericana, cerraría el círculo. La Corte debe revocar ese indulto, subrayó, y dio pr terminada a intervención de su representada.
Una razón más para que esa vergüenza de ministro de justicia que tenemos odie y desconfíe de ese engendro del rojerío llamado Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ah señor Mendoza, le aclaro, para que no vaya por allí y por allá metiendo las patas, varios de esos caviares d laCIDH, incluyendo por cierto al comisionado Vargas, fueron elegidos recientemente y con voto del Estado peruano. Hace poquito no más, n tiempos del traidor Kuczynski. Su inepto jefe. Tan inepto que lo ha nombrado a usted, precisamente a usted, de ministro.
Ahora, Raida, a esperar, confiada, en la decisión de la Corte. Fíjate que, tras las intervenciones de las partes, casi ni preguntaron. La tienen clara, pues. ¡Cómo no tenerla! Raida, una vez más, como cada día de tu vida, como siempre, le cumpliste a Armando y a todas las otras víctimas. Terminada la audiencia, unas fotos con los comisionados (¡cómo se hace para que Abrao salga completo!), con los otros familiares y con los abogados y abogadas. Luego, un almuerzo rápido en el Spoon, algunas bromas y varios recuerdos (ese viaje a Panamá, en el 2000, para impedir que le concedieran asilo a Montesinos. Gloria Cano tiene las fotos). Tras ello, la caminata de regreso a Le Bergerac, primero, y el viaje a Lima, después. Gracias, por todo querida Raida. Gracias.
Artículo de opinión de Ronald Gamarra Herrera publicado en Hildrbrandt en sus trece el viernes 9 de febrero de 2018.
Fuente: http://hildebrandtensustrece.com/
Notas relacionadas: ""La CIDH, familiares de víctimas de Barrios Altos y La Cantuta solicitan a la Corte IDH revocar el indulto": http://kausajusta.blogspot.pe/ 2018/02/la-cidh-familiares-de- victimas-de.html
Notas relacionadas: ""La CIDH, familiares de víctimas de Barrios Altos y La Cantuta solicitan a la Corte IDH revocar el indulto": http://kausajusta.blogspot.pe/
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