
El objetivo es solucionar los problemas de desigualdad. Por eso, el colegio secundario británico Priory,
ubicado en la localidad de Lewes, East Sussex, tomó las riendas del
asunto e impuso a sus alumnos un único uniforme, para chicas, para
chicos, para transgénero
Todos deben asistir a clases con pantalón gris, zapatos negros, camisa y corbata, un
atuendo "de género neutro", según lo publicado por el diario El País. Así, la institución intenta dar respuesta a las quejas por el largo de las faldas y evitar la de exclusión.
Los alumnos se han venido preguntando por qué los niños tienen que llevar corbata y
las niñas no, y por qué tienen diferentes uniformes. Así que decidimos
que todos tengan el mismo uniforme. Otro asunto es que tenemos un
pequeño pero creciente número de alumnos transgénero y llevar el mismo
uniforme es importante para ellos", explicó en un periódico local el
director del colegio, Tony Smith.
Con esta decisión, el colegio se adelanta y se instala como el pionero en tomar una medida
así, en medio de un debate largo para atender las necesidades de los
menores transgénero. Ya se instalaron en algunos centros baños unisex o uniformes a elección, pero la sociedad reclama más.

De otro lado de la orilla se encuentra Mermaids UK, una del Reino Unido que
apoya a los menores transgénero y a sus familias. Susie Green es su
responsable y advirtió en relación al cambio: "Celebramos cualquier
iniciativa de los colegios que reconozca que los niños revelan en cada
vez mayor grado variaciones de género. Instaurar uniformes de género
neutro es una de las muchas simples maneras en las que las escuelas
pueden ayudar a los alumnos que lo pasan mal por su género, de una u
otra manera. Los colegios deben tomar una postura clara y abrazar la
diversidad, no importa cuán pequeño sea el número de personas afectadas".
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