El sexismo, el acoso y la violencia contra las mujeres parlamentarias son problemas mundiales que obstaculizan la igualdad de género y socavan los fundamentos de la democracia.
Así lo afirma un nuevo estudio de la Unión Interparlamentaria (UIP), basado en entrevistas a 55 legisladoras de 39 países pusieron de manifiesto un
nivel preocupante de violencia psicológica, física y sexual.
En un comunicado, el Secretario General de la UIP, Martin Chungong,
afirmó que aunque el número de parlamentarias entrevistadas es reducido,
los datos aportados por la pesquisa dejan claro que el problema está
mucho más extendido y que se denuncia poco.
"La comunidad parlamentaria debe condenar el sexismo y el acoso y
manifestar sin ambages que no puede tolerarse ese tipo de actos como el
precio a pagar por la participación política de las mujeres," dijo
Chungong.
Según el estudio, el 81,8% de las encuestadas ha experimentado alguna
forma de violencia psicológica. Un 44% de ellas afirmó haber recibido
amenazas de muerte, violación, palizas o secuestro durante sus mandatos
parlamentarios, así como amenazas de secuestro o asesinato de sus hijos.
En el estudio de la UIP se insta a los parlamentos a que diseñen y apliquen políticas y mecanismos sólidos para impedir que se produzcan comportamientos de ese tipo.
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