De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los países ricos gastan 25 veces más en salud mental que los países en desarrollo. Y si a nivel mundial un 10 por ciento de la población padece algún tipo de desorden mental, en América Latina una cuarta parte de la población ha padecido, o padecerá, algún problema mental.
Jefa de Unidad de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Dévora Kestel asegura lo anterior al analizar el Atlas de la Salud Mental 2014 presentado esta semana por la OMS.
La especialista citó la carencia de recursos destinados a la atención de la salud mental, así como su excesiva centralización como algunas de las causas de la alta incidencia de los padecimientos mentales.
En entrevista con Radio ONU, la experta habló sobre la situación de esta rama de la salud en América Latina.
"Los datos no son buenos, hay mucho por hacer, muy pocos recursos destinados a la salud mental a nivel global, pocos profesionales que trabajan en salud mental. Los servicios todavía están básicamente centralizados. En nuestra región se repite un poco esa tendencia. El presupuesto que se destina a salud mental aún es muy bajo, a veces no llega ni a 1% en algunos países de nuestra región. Y la media de Latinoamérica y el Caribe es de 2.1% que se destina a la salud mental.
Depresión y ansiedad son problemas comunes:
"A nivel de países hay estrategias muy claras a los que los países se han comprometido que tienen que ver básicamente con descentralizar los servicios de salud mental, para que la persona con un transtorno de salud mental pueda acceder al médico, al sicólogo o a la enfermera del mismo modo en que lo hace cuando tiene un dolor de garganta, y no tener que esperar a que se convierta en una situación de muy alto sufrimiento o de crisis. Los gobiernos se han comprometido a elaborar políticas, una legislación adecuada que proteja los derechos humanos de las personas con transtornos mentales, llevar la salud mental a nivel primario, a reducir el número de camas de hospitales psiquiátricos, en servicios que estan en la comunidad.
"Respecto a la sociedad o la familia, si antes dijimos que uno de cada cuatro en algún momento de la vida tiene un problema de salud mental, eso quiere decir que todos nosotros conocemos a alguien que ha tenido o tiene o tendrá un problema de salud mental, educarnos a nosotros mismos, aprender a informarnos, a ser más tolerantes en cuanto a entender que es una enfermedad como lo puede ser una descompostura de hígado, del mismo modo puede ser un transtorno de salud mental."
Informe de la OMS: "2014, Mental Health Atlas":
"Los datos no son buenos, hay mucho por hacer, muy pocos recursos destinados a la salud mental a nivel global, pocos profesionales que trabajan en salud mental. Los servicios todavía están básicamente centralizados. En nuestra región se repite un poco esa tendencia. El presupuesto que se destina a salud mental aún es muy bajo, a veces no llega ni a 1% en algunos países de nuestra región. Y la media de Latinoamérica y el Caribe es de 2.1% que se destina a la salud mental.
Depresión y ansiedad son problemas comunes:
"A nivel de países hay estrategias muy claras a los que los países se han comprometido que tienen que ver básicamente con descentralizar los servicios de salud mental, para que la persona con un transtorno de salud mental pueda acceder al médico, al sicólogo o a la enfermera del mismo modo en que lo hace cuando tiene un dolor de garganta, y no tener que esperar a que se convierta en una situación de muy alto sufrimiento o de crisis. Los gobiernos se han comprometido a elaborar políticas, una legislación adecuada que proteja los derechos humanos de las personas con transtornos mentales, llevar la salud mental a nivel primario, a reducir el número de camas de hospitales psiquiátricos, en servicios que estan en la comunidad.
"Respecto a la sociedad o la familia, si antes dijimos que uno de cada cuatro en algún momento de la vida tiene un problema de salud mental, eso quiere decir que todos nosotros conocemos a alguien que ha tenido o tiene o tendrá un problema de salud mental, educarnos a nosotros mismos, aprender a informarnos, a ser más tolerantes en cuanto a entender que es una enfermedad como lo puede ser una descompostura de hígado, del mismo modo puede ser un transtorno de salud mental."Informe de la OMS: "2014, Mental Health Atlas":
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