17 jun 2022

Ronald Gamarra: Documento Infame

Documento Infame
"Diariamente Merino se reunía con los distintos responsables de los cuerpos de inteligencia del Gobierno y las fuerzas armadas y policiales".

Pocas veces se ha visto un documento tan infame como el informe evacuado por el congresista Alejandro cavero sobre la solicitud del Ministerio Público para que se levante el fuero y se permita investigar a Manuel Merino y dos de sus ministros por la muerte de los jóvenes ciudadanos Bryan Pintado e Inti Sotelo, y las lesiones producidas a 78 manifestantes entre los días 10 y 14 de noviembre de 2020. Las víctimas se produjeron en la brutal represión policial de las multitudinarias manifestaciones en el centro de Lima y, todos fuimos prácticamente testigos directos y casi en tiempo real de los hechos que Cavero pretende negar para cubrir y blindar a sus amigotes.

El cinismo y la mentira son la metodología de su informe. Por eso Cavero simplemente niega validez sin mayor argumento, porque así le da la real gana, al enorme cúmulo probatorio presentado por la Fiscalía. Y, en el colmo de la megalomanía, Cavero sustituye no solo al Ministerio Público sino al propio Poder Judicial al declarar por sí y ante sí la nula responsabilidad de Merino en los hechos y negar  que se le levante el fuero para que se le pueda investigar. Porque eso es todo lo que se pide: investigar a Merino y sus dos ministros. Pero Cavero, por adelantado, los ha declarado intocables e inmaculados.

Cavero dice que las canícas de vidrio endurecido, los perdigones de goma, los perdigones de plomo o el impacto de bombas lacrimógenas en los cuerpos de las víctimas  no pudieron ser disparados de ningún modo por la Policía. Y punto. ¿Quiénes lo hicieron entonces, los marcianos? Es tan atrevido que no teme  hacer el ridículo. Las pruebas constan de las declaraciones de los agredidos, testigos, videos, pericias, infromes técnicos y las propias declaraciones de policías. E, insisto, los medios de comunicación transmitieron todo directamente, en tiempo real.

¿Así que no hay pruebas?

Cavero desecha sin rubor ni vergüenza lo que todos vimos y tiene abrumador respaldo probatorio en la investigación fiscal. Que todo ocurrió, además en un mismo espacio, en una misma secuencia de días y en un escenario urbano en que los únicos que tenían armas y las disparaban eran los efectivos de la policía. No hay ningún informe pericial ni de inteligencia, ni siquiera especulativo, que refiera que algún manifestantye usara un arma de fuego de cualquier clase. A los manifestantes fallecidos y a varios de los heridos se les tomó la prueba respectiva para descartar el uso de armas de fuego y en ningún caso la prueba resultó positiva. Si no hubo tiradores entre los manifestantes, ¿quiénes dispararon? Todos lo vimos, salvo Cavero.

El uso de perdigones de plomo contra manifestantes esta prohibido por norma internacional y nacional. Ninguna autoridad  que hay violado esta disposición va confesarlo. Hay que ser un inepto o un cínico para aceptar sin crítica que no se usaron, a pesar de las evidencias en decenas de cuerpos penosamente lastimados. Por otro lado, como es evidente, los disparos no tuvieron la intención de dispersar a los jóvenes. Fueron dirigidos directamente a sus cuerpos con el propósito de hacer daño. El 70% de los heridos presenta lesiones en el tercio superior del cuerpo: tórax y cabeza. Todas las pericias coinciden en que la munición fue disparada por escopetas, como puede comprobarse fácilmente con los videos. En la investigación fiscal obra una pericia que descarta  la posibilidad de que los perdigones fueran disparados por escopetas  artesanales, caseras, hechizas, debido a las características que presentan las municiones recuperadas de los cuerpos de los heridos. Los perdigones disparados son compatibles con las escopetas usadas por la policía.




Artículo de opinión de Ronald Gamarra Herrera publicado en el Semanario Hildebrandt en sus trece, el día viernes 17 de junio de 2022.

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