En los últimos
decenios, la esperanza de vida al nacer ha aumentado en la Región de las
Américas. A la vez, existe un diferencial de 5,8 años más de vida para las
mujeres; una sobremortalidad de los hombres que comienza a acentuarse durante
la adolescencia y llega a triplicarse en la edad adulta temprana. ¿Cuál es el
motivo de esta situación? Las causas principales de mortalidad en los hombres
comprenden la violencia interpersonal, los traumatismos causados por el
tránsito y la cirrosis hepática, todas ellas ligadas al ejercicio de la
masculinidad hegemónica. El informe Masculinidades y salud en la Región de las
Américas describe cómo la salud y el bienestar de los hombres es producto de
múltiples factores, entre los que destaca la construcción de la masculinidad.
En él se documentan con detalle las implicaciones de las diversas
masculinidades en la salud de los hombres —y en la de las mujeres, los
adolescentes, los niños y las niñas— y también de qué manera determinantes
sociales como el género, la etnia, la edad o la educación exacerban las
inequidades y barreras en salud que experimentan determinados grupos. A partir
de un análisis exhaustivo de la bibliografía disponible, encuestas y opiniones
de expertos, el informe pone de manifiesto la complejidad del tema de las
masculinidades y la salud y su falta de abordaje en las políticas y los
programas de los países de la Región. El análisis de la salud de los hombres
desde la perspectiva de género sería impensable sin el antecedente del
feminismo. Es momento de movilizar la voluntad política y los recursos
necesarios para adoptar un planteamiento que abarque las necesidades de los
hombres y las mujeres. Para alcanzar este objetivo, el informe concluye con
nueve recomendaciones novedosas dirigidas a favorecer la integración de la
perspectiva de género relacional en una estrategia multisectorial de políticas
coordinadas que redunde en la salud de los hombres y los niños.
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