Perú: los millones de una política fantasma
Reportaje de Yesenia Vilcapoma y Athenas Huayta
Publicado en Convoca.
El día de Lucía cumplió quince años de edad tenía ocho meses de gestación. Un mes después, ya era madre de una niña. Ocho años más tarde trajo al mundo a su segunda hija. Era 2005, año en que cada día daban a luz 128 niñas y adolescentes y se llegaban a registrar hasta 47 mil 14 partos de mujeres entre 10 y 19 años de edad. Hoy Lucía tiene 32 años y el número de adolescentes que se convirtieron en madres se ha incrementado en 45 por ciento entre 2005 y 2015. Entre esos casos aparece la historia de Teresa, la hermana de Lucía, que tuvo su primer hijo a los 17 años. Hoy Teresa tiene 26, es madre soltera de cuatro niños, no terminó de estudiar la secundaria, y sobrevive con lo que gana vendiendo carteras en diversos mercados de Lima.
Ellas viven en el distrito más poblado de Lima y con gran número de migrantes, San
Juan de Lurigancho. Pero sus historias se repiten en todo el país. Entre
2005 y 2015, la tendencia fue el incremento de casos de niñas y
adolescentes que saltaron etapas de vida para, de pronto, ser madres. En
2015 el pico se mantuvo: por cada mil niñas y adolescentes, 26 de ellas
dieron a luz a más niños.
Pero el escenario empeora en los departamentos amazónicos. Madre de Dios, Ucayali y San Martín, donde se inicia la vida sexual a temprana edad, encabezan la tasa de partos de adolescentes. En el caso de los dos primeros se registraron más de 100 partos de mujeres entre 15 y 19 años por cada mil adolescentes en diversos años del período 2005 y 2015. Casi cuatro veces más que el promedio nacional.
A pesar de estas cifras, el gobierno no ha priorizado la transferencia de recursos para prevención de embarazo adolescente en varios departamentos amazónicos donde se concentra la tasa de partos de niñas y adolescentes por mil habitantes.
Entre 2012 y 2016, el presupuesto institucional modificado (PIM) para prevenir los embarazos de niñas madres, llegó a 47 millones 984 mil 576 soles (16 millones 242 mil dólares) en los 25 departamentos del país como aparece en el portal oficial Transparencia Económica del Ministerio de Economía. Pero el criterio que se ha utilizado para la gestión del dinero ha permanecido en una especie de “caja negra”.
EL PRESIDENTE Y EL PRESUPUESTO
Los picos más altos de presupuesto para prevenir el embarazo a temprana edad se registraron en 2016, con un poco más de 14 millones de soles (4 millones 154 mil dólares), y en 2013 con cerca de 10 millones de soles (3 millones 703 mil dólares). Precisamente en esos años el expresidente Ollanta Humala debía presentar ante Naciones Unidas el informe de los Objetivos del Milenio que debe incluir la reducción en tres cuartas partes de la tasa de mortalidad materna y garantizar el acceso universal a la salud reproductiva.
"Los años en que el expresidente Humala no reportó públicamente los resultados de los ODM, el presupuesto ni siquiera se mantuvo; por el contrario, disminuyó"
De 8 millones 639 mil 390 soles (3 millones 272 mil dólares) en 2012 el presupuesto pasó a los 9 millones 906 mil 583 (3 millones 669 mil dólares) en 2013. Tres años después, en el último año de su gestión, el expresidente nuevamente presentó un informe ante la ONU en abril de 2016 declarando haber cumplido ampliamente con los objetivos. Para este año el presupuesto llegó a más de 14 millones de soles (4 millones 154 mil dólares). Los años en que el expresidente Humala no reportó públicamente los resultados de los Objetivos del Milenio, el presupuesto ni siquiera se mantuvo; por el contrario, disminuyó.
“El presupuesto va dirigido a las políticas que prioriza el gobierno de turno. Anteriormente, no ha sido política del gobierno la prevención del embarazo adolescente”, asegura la directora ejecutiva de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, Carmen Mayurí, quien asumió el cargo en la nueva gestión presidencial de Pedro Pablo Kuczynski a mediados de este año.
En 2015, Ucayali encabezó la tasa de partos de adolescentes por cada mil mujeres entre 10 y 19 años de edad, pero es uno de los departamentos que aparece con menos presupuesto, igual que Madre de Dios.
En 2016, año que se incrementó el presupuesto general para este rubro, las regiones amazónicas tampoco aparecen liderando el ranking de los recursos, a excepción de Loreto que es el segundo departamento con mayor presupuesto en todo ese período: 5 millones 110 mil 920 soles (1 millón de dólares), lo que representa el 11 por ciento del presupuesto para la prevención de embarazo adolescente entre 2012 y 2016.
En 2016, año que se incrementó el presupuesto general para este rubro, las regiones amazónicas tampoco aparecen liderando el ranking de los recursos, a excepción de Loreto que es el segundo departamento con mayor presupuesto en todo ese período: 5 millones 110 mil 920 soles (1 millón de dólares), lo que representa el 11 por ciento del presupuesto para la prevención de embarazo adolescente entre 2012 y 2016.
¿Cómo se gestionan estos millones en los departamentos?
La coordinadora de la estrategia de salud sexual y reproductiva de la Diresa en Loreto, Lita Carrillo, aseguró que apenas 2 mil soles al año (unos 600 dólares) se dirigen para el trabajo directo con niñas y adolescentes mediante charlas de educación sexual. Casi todo el dinero termina en el área de recursos humanos para el pago a obstetras que atienden el embarazo en todas las edades y a la compra de medicinas que tampoco se focaliza en el embarazo a temprana edad.
En el ranking de los los departamentos que encabezan la tasa de partos de adolescentes por mil habitantes, Loreto aparece al final de la lista, pero si revisamos la tasa en menores de 15 años, se ubica entre los diez departamentos con mayor concentración de casos. A nivel de la tasa por cada mil partos, Loreto sube al primer lugar: más de 200 adolescentes entre 10 y 15 años dieron a luz en este departamento por cada mil mujeres que trajeron un bebé al mundo en los últimos 11 años en esta región amazónica.
"La mayoría de mis profesores no saben que estoy embarazada. Solo les he comentado a los que tengo más confianza. Me dijeron que me apoyarían y mis compañeras también hicieron lo mismo”, cuenta W.S.C., una niña de 13 años que vive en Loreto y cursa el segundo año de secundaria en el colegio de mujeres Sagrado Corazón. Tiene cinco meses de embarazo. Solo en 2015, 17 estudiantes de este colegio quedaron embarazadas, informó la prensa local.
Loreto, San Martín y Ucayali también registran el mayor número de muertes en adolescentes gestantes entre 2005 y 2015: 144 casos, lo que representa el 25 por ciento de todas las muertes registradas de niñas y adolescentes durante el parto en ese período.
Un plan sin resultados
La coordinadora de la estrategia de salud sexual y reproductiva de la Diresa en Loreto, Lita Carrillo, aseguró que apenas 2 mil soles al año (unos 600 dólares) se dirigen para el trabajo directo con niñas y adolescentes mediante charlas de educación sexual. Casi todo el dinero termina en el área de recursos humanos para el pago a obstetras que atienden el embarazo en todas las edades y a la compra de medicinas que tampoco se focaliza en el embarazo a temprana edad.
En el ranking de los los departamentos que encabezan la tasa de partos de adolescentes por mil habitantes, Loreto aparece al final de la lista, pero si revisamos la tasa en menores de 15 años, se ubica entre los diez departamentos con mayor concentración de casos. A nivel de la tasa por cada mil partos, Loreto sube al primer lugar: más de 200 adolescentes entre 10 y 15 años dieron a luz en este departamento por cada mil mujeres que trajeron un bebé al mundo en los últimos 11 años en esta región amazónica.
"La mayoría de mis profesores no saben que estoy embarazada. Solo les he comentado a los que tengo más confianza. Me dijeron que me apoyarían y mis compañeras también hicieron lo mismo”, cuenta W.S.C., una niña de 13 años que vive en Loreto y cursa el segundo año de secundaria en el colegio de mujeres Sagrado Corazón. Tiene cinco meses de embarazo. Solo en 2015, 17 estudiantes de este colegio quedaron embarazadas, informó la prensa local.
Loreto, San Martín y Ucayali también registran el mayor número de muertes en adolescentes gestantes entre 2005 y 2015: 144 casos, lo que representa el 25 por ciento de todas las muertes registradas de niñas y adolescentes durante el parto en ese período.
Un plan sin resultados
El presupuesto institucional modificado (PIM) de 2016 destinado para la prevención del embarazo adolescente se ha ejecutado en un 86 por ciento hasta la primera semana de diciembre a pesar que el año casi llega a su fin. Entre los departamentos que menos presupuesto ejecutaron aparece Amazonas con solo el 51.7 por ciento de avance. Madre de Dios, con tasas altas de partos de niñas y adolescentes, figura con una ejecución presupuestal de 82.2 por ciento de 165 mil 894 soles en 2016. En los últimos años de la ejecución del presupuesto, la tasa de partos en adolescentes disminuyó tímidamente en los departamentos amazónicos. Las niñas se siguen embarazando.
A los 22 años cuando la mayoría de mujeres cursa su etapa universitaria, Teresa daba a luz a su tercer hijo. Era 2013 y en Perú se publicaba el Plan Multisectorial para la Prevención del Embarazo en Adolescentes 2013-2021 a través del decreto supremo Nº 012-2013-SA. Han pasado tres años, Teresa ya tiene cuatro hijos y la implementación de este plan no ha sido eficaz.
“No se ha focalizado. Ese es uno de los principales factores por lo cual no se ha logrado reducir el embarazo en adolescentes”, admite Carmen Mayurí, directora ejecutiva de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud.
Los cuatro hijos de Teresa nacieron por cesárea. El primero lo tuvo a los 17, dos
años después dio a luz a su segundo hijo. Para entonces, ya estaba
advertida: un tercer parto por cesárea pondría en riesgo su vida y la de
su niño. Esa tercera vez llegó. A sus 22 años, tenía en brazos a su
tercer hijo. Nuevamente, le advirtieron del riesgo al que estaría
sometida si se embarazaba por cuarta vez. En 2015, la historia se
repitió. Dio a luz a su cuarto y último hijo. El último, en definitiva,
pues le ligaron las trompas. Ella tiene 26 años y nunca más volverá a
ser madre.
El Plan Multisectorial fue creado para que las historias de Teresa o Lucía no se repitan. "Era una expresión del reconocimiento del problema y de la necesidad de abordarlo a nivel multisectorial", explica Elena Zúñiga, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés). Pero la funcionaria también identifica las debilidades de esta iniciativa del Estado. "Hay un presupuesto dirigido a algunas actividades relacionadas con el plan. Pero específicamente para el plan, no".
La ejecución del Plan está liderada por el Ministerio de Salud mediante una comisión integrada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo que deben trabajar según los objetivos de sus sectores en prevenir que más niñas y adolescentes sigan convirtiéndose en madres, como Lucía y Teresa.
La ejecución del Plan está liderada por el Ministerio de Salud mediante una comisión integrada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo que deben trabajar según los objetivos de sus sectores en prevenir que más niñas y adolescentes sigan convirtiéndose en madres, como Lucía y Teresa.
Convoca.pe, medio de periodismo de investigación y análisis de datos en Perú aliado en este proyecto transnacional sobre los embarazos en adolescentes en América Latina, solicitó la información presupuestal a los ministerios encargados de ejecutar el Plan a través de la Ley de Transparencia, pero solo cuatro respondieron: el Ministerio de Salud, el Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Justicia y de Trabajo. Esta última institución reconoció que no contaba con una partida específica para la prevención de los embarazos de niñas y adolescentes, sino que el presupuesto se deriva de diversas actividades que podrían estar asociadas. El Ministerio de Educación, en cambio, respondió que el presupuesto se destina a talleres sobre educación sexual.
La poca claridad sobre cómo invierten estos ministerios sus recursos para evitar que más niñas se conviertan en madres, impide que se haga un monitoreo de la ejecución presupuestal del plan como lo dejó entrever el Fondo de Población de las Naciones Unidas en un informe de agosto de 2015.
AUSENCIA DE INFORMACIÓN
María tenía 17 años y tres meses de embarazo, un día cualquiera amaneció entre sábanas manchadas de sangre. Había ingerido las pastillas compradas por su padre para que el bebé no naciera. Pero pudo sobrevivir. Su hija ahora tiene 5 años y Ana María aún guarda rencor a quien le obligó a consumir esas cápsulas abortivas: su padre.
“Estaba asustada. No me importaba morir porque sentía rabia. Sabía que si me sucedía algo la culpa era de él. Pero, luego pensé en mi bebé y fui a buscar a mi expareja para ir de emergencia al hospital”, recuerda Ana María.
La desinformación ataca a las adolescentes y sus familias, y puede desencadenar el factor de muerte materna indirecta: el suicidio. Entre 2012 y setiembre de 2016, se registraron en Perú 10 casos de suicidio de adolescentes embarazadas entre 12 y 17 años de edad, y 18 en menores de 20 años, según la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud. Pero los datos oficiales no presentan la dimensión del problema. Hay un alto subreporte de información en indicadores asociados al embarazo adolescente.
No existe, por ejemplo, un registro oficial de casos de mortalidad neonatal en adolescentes embarazadas por departamentos. La plantilla empleada para recopilar y analizar estos datos por la Dirección General de Epidemiología del Minsa no incluye información sobre la edad de la madre, solo el lugar de residencia, informaron en la Dirección General de Epidemiología ante nuestra insistencia para obtener información. Uno de los temores es revelar las posibles prácticas de aborto.
Al ser consultada sobre la ausencia de esta información, la directora de Salud Sexual y Reproductiva, Carmen Mayurí, aseguró que ella como obstetra recuerda que esa información sí era
registrada por el personal médico en los centros de salud y que pedirá
explicaciones a la Dirección General de Epidemiología debido a que
considera importante incluir los datos de muerte neonatal de madres
adolescentes en los registros oficiales para establecer una política
pública que enfrente el problema.
Otro de los retos es involucrar en la prevención del embarazo en
adolescentes a los médicos, obstetras y ginecobstetras, quienes están
calificados para promover los servicios de salud sexual y reproductiva
en los hospitales, con la entrega de anticonceptivos. La mayoría tiene
temor de distribuir estos métodos de prevención de embarazo “porque
indican que van a haber denuncias, básicamente por el artículo 4 (de La
Ley General de Salud que obliga a los adolescentes ir al centro de salud
acompañados de sus padres para recibir orientación). Ha habido algunos
casos en los que los padres al enterarse, han ido a hacer reclamos y
escándalos a los centros de salud”, explica Mayurí.
Pero este temor desde el punto de vista legal ya es infundado en Perú.
El 31 de agosto de este año se aprobó la modificación de la Norma
Técnica de Salud de Planificación Familiar mediante una resolución del
Ministerio de Salud, para establecer el acceso a una “atención integral”
orientada a la prevención y acceso a métodos anticonceptivos para
adolescentes. Este cambio legal se sustenta en un fallo judicial del 19
de agosto de 2016 que aprueba la distribución gratuita del
Anticonceptivo Oral de Emergencia en los centros de salud a “mujeres en
capacidad de procrear”.
Para cumplir con la norma, Carmen Mayurí explicó que “un abogado y una ginecobstetra están viajando
a todas las regiones del país para difundir el alcance de esta
resolución y poder eliminar esas barreras legales y culturales que
existen en las personas que ofrecen los servicios de salud sexual y
reproductiva”.
En el presupuesto público, hay una partida general para que la “población
acceda a métodos de planificación familiar” que es ejecutada por
la Dirección de Abastecimientos de Recursos Estratégicos de Salud
(DARES) del Minsa, y que entre 2012 y lo que va de 2016, ascendía 110
millones 100 mil 537 soles (36 millones 300 mil 460 dólares). Pero este
presupuesto no ha considerado la distribución de anticonceptivos para
las adolescentes. Por esta razón, UNFPA donó recursos para este
propósito, como parte de la implementación de la reciente resolución del
Ministerio de Salud
¿Qué pasará con el dinero?
Carmen Mayurí señala que se requieren cambios importantes en la distribución de los recursos destinados a la prevención del embarazo de niñas y adolescentes. Por lo pronto, asegura que su dirección, encargada de la salud sexual y reproductiva, destinará una partida específica para esta línea de trabajo.
Para Mayurí lo que está en juego es el destino del país porque lo que sucede con una mujer, transforma la vida de una familia que es el núcleo del desarrollo y las oportunidades de una nación. Elena Zúñiga de UNFPA asegura que la diferencia entre un país que disminuye su índice de embarazo adolescente y el que mantiene sus cifras e, incluso, las incrementa, radica en la existencia de una política pública. Y para ello, muchas veces se necesita ir contra la corriente.
Mayurí recuerda que una vez sus familiares le reprocharon que salga a los medios de comunicación a hablar de la importancia de que se distribuyan los anticonceptivos a las adolescentes en los centros de salud. "¿Acaso tú no eres madre?", le cuestionaban. Hay realidades que no se quieren ver, que se prefieren mantener en el cuarto oscuro, pero las historias de Lucía, Teresa y Ana María existen así como los hijos que trajeron al mundo.
Carmen Mayurí señala que se requieren cambios importantes en la distribución de los recursos destinados a la prevención del embarazo de niñas y adolescentes. Por lo pronto, asegura que su dirección, encargada de la salud sexual y reproductiva, destinará una partida específica para esta línea de trabajo.
Para Mayurí lo que está en juego es el destino del país porque lo que sucede con una mujer, transforma la vida de una familia que es el núcleo del desarrollo y las oportunidades de una nación. Elena Zúñiga de UNFPA asegura que la diferencia entre un país que disminuye su índice de embarazo adolescente y el que mantiene sus cifras e, incluso, las incrementa, radica en la existencia de una política pública. Y para ello, muchas veces se necesita ir contra la corriente.
Mayurí recuerda que una vez sus familiares le reprocharon que salga a los medios de comunicación a hablar de la importancia de que se distribuyan los anticonceptivos a las adolescentes en los centros de salud. "¿Acaso tú no eres madre?", le cuestionaban. Hay realidades que no se quieren ver, que se prefieren mantener en el cuarto oscuro, pero las historias de Lucía, Teresa y Ana María existen así como los hijos que trajeron al mundo.
Créditos: Milgaros Salazar. Investigación y fotos: Yesenia Vilcapoma y Athenas Huayta. Imagen de portada: Teresa fue madre adolescente y ahora a sus 26 años tiene cuatro hijos. Vive con sus padres en el distrito de San Juan de Lurigancho, Lima.
Foto: Yesenia Vilcapoma / Convoca.pe. Desarrollo web: Melissa Chávez.
Foto: Yesenia Vilcapoma / Convoca.pe. Desarrollo web: Melissa Chávez.
Fuente CONVOCA (permiso otorgado a Kausa Justa para su difusión): http://convoca.pe/especiales/ninasmadres/los-millones-de-una-politica-fantasma
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