
Esta semana, el superior general del Sodalicio, Alessandro Moroni, se vio obligado a dar la cara, por fin, para dar un paso al cual la organización se había resistido con todas sus fuerzas, argucias y pendejadas: reconocer la culpabilidad de su líder máximo, Luis Fernando Figari, en innumerables actos de abuso físico y moral, sobre todo de abuso sexual, cometidos a los largo de varias décadas contra numerosas víctimas, todas exintegrantes del Sodalicio, que tuvieron la desgracia de ser captadas y abusadas cuando eran muy jóvenes, que hoy sufren graves consecuencias psicológicas y cuyos casos fueron silenciados sistemáticamente.
Moroni ha dicho: "Consideramos al ciudadanos Luis Fernando Figari culpable de los abusos que se le imputan y lo declaramos persona non grata para nuestra organización que deplora y condena su comportamiento". Al mismo tiempo, pidió perdón a las víctimas por los atropellos sufridos y por no haber dado a sus denuncias "por años (...) una respuesta satisfactoria y contundente de parte de nuestras autoridades". La declaración anuncia la separación de Figari y pide al Vaticano que se le desaloje de las instalaciones en Roma donde el depredador sexual cumple un "retiro espiritual".
"En verdad, debería darles verguenza que, teniendo los medios y el poder, no hayan podido averiguar ni avanzar un milímetro más de lo que un par de periodistas decididos, como Salinas y Ugaz, lograron".
Lea también: "El caso del sodalicio no puede quedar impune, ni penal, ni moralmente".
Artículo de Ronald Gamarra Herrera publicado en Hildebrandt en sus trece el viernes 8 de abril de 2016.
Fuente Hildebrandt: http://hildebrandtensustrece.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario