DECLARACIÓN
Con la mayor
indignación, he tomado conocimiento de una grabación de audio que circula en
internet, en la cual una persona, a quien se identifica como Guido Durán
Cotillo extorsiona a Luis Chong Veramendi, un empresario de Huaraz, involucrado
en una investigación por presunto lavado de activos, junto a César Álvarez
Aguilar y otros. En el audio, el extorsionador aduce tener vínculos con la
Comisión que investiga la corrupción en Ancash, que actúa por encargo de mí y
exige una coima de 30 mil soles a cambio de que se le exonere de
responsabilidad en las conclusiones del informe de la comisión del Congreso que
investiga el caso Ancash, de la cual fui asesor principal hasta el mes de
diciembre.
En un documento que
también circula en internet, el empresario denuncia la extorsión ante el
Ministerio Público y aporta, además del audio, los datos de la cuenta bancaria
en que el extorsionador le instruye que deposite el dinero, cuenta que estaría
a nombre de Leydi Diana Ramos Félix.
Al respecto, debo declarar
enfáticamente lo siguiente:
1.
No conozco en absoluto, y mucho
menos tengo el menor vínculo de amistad con Guido Durán Cotillo, a quien se
identifica como el extorsionador grabado en el audio. Nunca he cruzado palabra
con él. No sé quién es. Tampoco conozco a Luis Chong Veramendi, empresario de
Huaraz que sería víctima de la extorsión, ni a Leydi Diana Ramos Félix, supuesta
titular de la cuenta bancaria mencionada.
2.
Ignoro los motivos por los cuales
el extorsionador me menciona, pero no me es difícil imaginar cuando menos dos
posibilidades. En el primer caso, el extorsionador fanfarronea invocando sus
supuestos “contactos” para impresionar a su víctima y obtener el beneficio
ilícito. En el segundo caso, que no necesariamente excluye lo anterior, el extorsionador
actúa por cuenta de alguien interesado en desacreditar a la Comisión que
investiga la corrupción en Ancash, a su presidente Mesías Guevara, y en
particular a mí, lo cual explicaría por qué una y otra vez repite mi nombre
hasta el hartazgo.
3.
Mi trayectoria y mis actos están a
la vista de todo el mundo. No me vendo ni tengo precio. Invoco y exigo a las
autoridades realizar una pronta y exhaustiva investigación sobre la extorsión
realizada. Pongo a su disposición, en forma absoluta, la privacidad de mis
comunicaciones, mi secreto bancario, mi reserva tributaria y toda información
documentaria que el Ministerio Público considere pertinente a fin de esclarecer
el caso. No tengo nada que ocultar.
4.
Considero que el hecho debe ser
investigado inmediatamente, a fondo y con la celeridad debida para esclarecer
las responsabilidades correspondientes. Soy el mayor interesado en que esto sea
así, dado que se invoca repetidamente mi nombre para cometer un grave delito y
nadie puede aceptar que se juegue con su honor ni con su apellido. Quien o
quienes perpetraron la extorsión deben ir a la cárcel. Ese es su lugar en este
mundo.
5.
El hecho delictivo perpetrado y la
acción criminal de uno o varios inescrupulosos, que toman indebidamente el
nombre de una comisión del Congreso, y el mío propio, no ponen en cuestión en
absoluto el correcto y diligente trabajo de la Comisión que investiga la corrupción
en Ancash; ni deben ser usados para dificultar o impedir el desarrollo de sus
labores.
Lima, 21 de febrero
de 2015.
Ronald Gamarra
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