27 dic 2014

Argentina. Mató al marido porque la maltrataba: fue absuelta


Nora Amaya apuñaló a Claudio Velázquez en 2012. Él la golpeaba y maltrataba sistemáticamente. Las pericias establecieron que en ese momento Nora tuvo un "trastorno mental trasitorio". La fiscalía había pedido 15 años porque consideró que se trataba de "una pareja violenta". El martes se conocerán los fundamentos del fallo.

Una mañana de hace casi dos años atrás, Nora Amaya no aguantó más los golpes y las amenazas de su marido y le dio un cuchillazo en el abdomen. Explicó después que su intención no era matarlo, sino  lastimarlo para  que deje de agredirla y amenazarla, pero él murió poco después de llegar al hospital. Durante las últimas dos semanas fue juzgada por “homicidio calificado”. Hoy el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 6 de Lomas de Zamora la absolvió y ordenó el fin de su arresto domiciliario. El TOC 6 es el mismo que a comienzos de este mes absolvió a Beatriz López que, en noviembre de 2012, también mató a su pareja, un policía que  la golpeaba y violaba. 

La decisión del Tribunal se conoció este mediodía en la sede del Poder Judicial de Lomas de Zamora y  fue por mayoría. Los fundamentos del fallo se conocerán el próximo martes. Los jueces Gabriel Vandemberg y María Laura Altamiranda, estuvieron de acuerdo en la absolución, mientras que su colega, Claudio Fernández, voto en disidencia. Los votos de los magistrados fueron idénticos que en el caso de López.
Amaya tiene 33 años y llegó a juicio acusada por el “homicidio calificado” de Claudio Velázquez, de 37. Ese  delito prevé la pena a prisión perpetua. En la etapa de alegatos el fiscal de juicio, Santiago Vadillo, había pedido que se la condenara a 15 años porque que existían “circunstancias extraordinarias de atenuación” por considerarla una “pareja violenta”. La defensa, a cargo de la abogada Patricia Sanmamed, en contraposición, pidió la absolución y encuadró el hecho en un caso de violencia de género.
El caso
La mañana del 30 de diciembre de 2012 Nora volvió a su casa, en Villa Corina, Avellaneda, después de haber trabajado toda la noche como mucama en una clínica. En lugar de descansar prefirió limpiar la casa para cuando volvieran sus tres hijos. Mientras ella limpiaba, su marido, Claudio Velázquez, la insultaba, la amenazaba, y la golpeaba, como hacía siempre. Él, era un hombre grande: medía de 1,85 y pesaba  115 kilos y solía abalanzarse sobre ella, una mujer menuda de 1,60.
-“Yo sufrí¬¬a con ella”, declaró una vecina que vive en la casa lindera y que todas las noches escuchaba los gritos de la mujer y el llanto de los chicos por las agresiones de Velázquez.
 Nora contó frente a los jueces que ese día, después de terminar de limpiar toda la casa, se preparó para ir a ver a uno de sus hijos que estaba enyesado en la casa de sus abuelos. Velázquez la volvió a hostigar. Le dijo que no se fuera, que si lo hacía seguro era porque se iba a acostar con otro. Siempre la acusaba de ser infiel. Nora se fue a ver  a su hijo y cerca del mediodía volvió. Cuando entró vio que la casa estaba sucia porque Velázquez, que estaba borracho, había comido y tirado todo al piso.
-“¿Fuiste a ver a tu macho?” –le dijo apenas ella entró a la casa.
La pregunta fue el disparador de una nueva seguidilla de insultos y amenazas de muerte. Nora no aguantó más. Agarró un cuchillo de cocina y le dio un puntazo a Velázquez en el abdomen. Él se murió poco después de llegar al hospital.
Durante sus últimas palabras frente al tribunal Nora dijo que ella no quiso matarlo, que buscó lastimarlo porque él la amenazaba con matarla. La pericia psicológica que le hicieron estableció que en ese momento ella tuvo un "trastorno mental transitorio". Sanmamed, en el alegato, pidió al Tribunal que tomaran en cuenta esta prueba al momento de dictar sentencia.
Posturas contrapuestas
En la etapa de alegatos se vieron las posturas contrapuestas entre fiscalía y defensa. Mientras que la primera hablaba de una “pareja violenta”, la segunda enmarcó lo sucedido en un caso de “violencia de género”. “Amaya estaba bajo una situación de violencia extrema”, dijo la defensora. “No se puede hablar de una “relación de pareja violenta” como plantea el fiscal, eso es un cliché, en todo caso cuando ella respondía a los golpes era para defenderse”, argumentó Sanmamed y sentenció: “el maltratador logró anularla, ella era como una autómata con él”.
“Desde mi análisis hay una situación de doble inimputabilidad: por un lado, hay una pericia que dice que Nora actuó bajo un trastorno mental transitorio, es decir que no comprendía lo que estaba haciendo. Pero además, entiendo que se trata de un caso de legítima defensa: una mujer que está en situación de violencia doméstica permanente, está 24 horas en peligro”, había adelantado Sanmamed a Infojus Noticias después de alegar, la semana pasada, frente al Tribunal.
Sanmamed explicó que en su declaración, Nora contó que además de todo el maltrato físico y psicológico que recibía, Velázquez llegó a abusar de ella. “Se trata de un caso de violación dentro del matrimonio”, explicó la defensora. Además, hizo hincapié en el testimonio de dos amigas de la pareja que contaron que antes de que nacieran los chicos, la pareja salió con ellas a pasar el día a Punta Lara y que después de una discusión Velázquez había intentado ahogar a Nora en el río. La vuelta a casa en la camioneta fue acompañada de insultos a la mujer en presencia de sus amigas.


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