3 nov 2013

La Resaca de la Revocatoria

La resaca de la revocatoria por Ronald Gamarra

No es broma. El 24 tendremos elecciones en Lima para elegir regidores, en reemplazo de los que fueron revocados en marzo. Los regidores accesitarios que los reemplazaron habrán durado en el cargo alrededor de seis meses.

Los regidores que elegiremos durarán apenas un año. Los regidores accesitarios y los que elegiremos habrán perdido al ejercer el cargo por tiempo insuficiente para llevar a cabo una labor con un mínimo de sentido. Y con ellos, la ciudad y los cuidadanos también habremos perdido el tiempo y mucho de la oportunidad de afrontar ordenadamente los problemas de la urbe. Sin contar los millones que cuesta este proceso inútil propiciado por la revocatoria.
Porque si bien la revocatoria no pudo derribar a la alcaldesa, sí consiguió al menos introducir el caos en el concejo municipal al lograr la revocación de la mitad de regidores. Eso es lo que los politiqueros le regalaron a la ciudad: simplemente caos y confusión.
¿Los regidores accesitarios, que sabían que solo durarían seis meses, se habrán tomado la molestia de enterarse siquiera de qué se trataban los problemas que afronta la ciudad? No lo creo. Lo más probable es que dejaran pasar el tiempo, a la espera de sus reemplazantes. ¿Cómo poder gobernar entonces la ciudad cuando el concejo está lleno de regidores provisorios con un techo tan limitado? Ni Mandrake lo lograría.
Los regidores que elegiremos, para que solo duren un año, ¿se tomarán en serio sus cargos? ¿No los tentará la idea de calentar el asiento hasta que pasen los contados meses que podrán ocuparlo, y luego a otra cosa, mariposa? Me temo que la cosa está cantada. ¿Cómo poder gobernar la ciudad en tal circunstancia? Nuevamente, ni Mandrake.
Eso sin contar con que tanto los regidores accesitarios como los que elegiremos tienen y tendrán intereses políticos divergentes y con frecuencia contrarios a la administración municipal elegida en 2010. No pocos llegarán con ánimo abiertamente saboteador. ¿Gobernar, dijo alguien? ¿Cómo hacerlo cuando la asamblea municipal se transforma en un terreno desconocido y minado, donde hay que volver a aprender cómo moverse sin pisar en falso sobre los explosivos que los adversarios desleales siembran activamente?
Susana está allí, sin embargo, afrontando el reto, asumiendo sin lamentos la nueva realidad que le toca administrar, sin renunciar a los proyectos de la ciudad, haciendo fuerza para que esos proyectos y políticas no se detengan, con una visión institucional, ciudadana. Pero, por cierto, quién puede negar que la tiene difícil. 

Más allá de lo coyuntural, que pasará y se disolverá en el olvido, la gestión de Susana ha puesto los fundamentos sobre los cuales ha de construirse una Lima más humana y viable. La reforma del transporte, el ordenamiento del comercio mayorista, la recuperación del verde, el plan Barrio Mío, entre otras importantes reformas que antes nadie se atrevió a emprender por temor y demagogia, y que ella ha demostrado que no son antagónicas sino complementarias con el desarrollo de la infraestructura. Que esta actitud institucional y ciudadana de la alcaldesa de Lima no sea saboteada por quienes lleguen a regidores este 24 de noviembre.

¿Será mucho pedir?

Artículo de Ronald Gamarra publicado en Diario16, el domingo 3 de noviembre del 2013.

Fuente Diario16: http://diario16.pe

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