19 sept 2010

El complot no pasó



Ronald Gamarra

El intento de pasar una amnistía encubierta para violadores de DDHH no pasó y quedó desbaratado en apenas 10 días. Es un gran triunfo de la sociedad civil sobre la conspiración tramada desde el seno del gobierno con el apoyo del fujimontesinismo. Contribuyeron a cerrarle el paso a esta intentona la protesta de las organizaciones de DDHH, la indignación de amplios sectores ciudadanos que se iban sumando sin cesar a medida que se iba conociendo la real naturaleza de la triquiñuela jurídica contenida en el DL 1097, la abierta oposición del MP y la Defensoría, la preocupación de los organismos internacionales y la autoridad moral de Mario Vargas Llosa con su renuncia expresada en términos de una claridad ejemplar, tal como lo hizo cuando hace dos años, frente a este mismo gobierno, defendió y sacó adelante el Lugar de la Memoria.

Pero la lucha no ha terminado. Recordemos que el DL 1097 forma parte de un conjunto de cuatro DL promulgados simultáneamente, que comparten la misma voluntad de limitar el respeto a los DDHH y proteger a quienes los violan a través de diversos mecanismos de impunidad, entre los cuales destaca el restablecimiento en toda su amplitud de ese fuero de privilegio y refugio que siempre fue la justicia militar, donde los homicidios de civiles se sancionaban tradicionalmente como simple delito de “abuso de autoridad”; eso en el caso de que se sancionaran, pues la norma ha sido siempre la impunidad. Particularmente preocupa el DL 1095, que concede mano libre al uso de las armas por parte de la PNP o las FFAA ante manifestaciones de civiles, aplicando torcidamente normas del Derecho Internacional que corresponden a situaciones de conflicto armado, que no es el caso de los conflictos sociales.

En medio de esta lucha, ha fallecido monseñor Albano Quinn, obispo de Sicuani durante muchos años, de labor dedicada de todo corazón a los más pobres del campo, en el corazón de ese Sur Andino donde uno de cada dos campesinos vive en condiciones de pobreza extrema. Hoy, cuando en Espinar nuevamente se desborda un conflicto social ante el cual el Gobierno hace oídos sordos, en ese mismo Sur Andino donde se multiplican los conflictos, ¡cuánta falta nos hace Albano Quinn, y cuánta falta nos hace esa Iglesia que él encarnaba tan bien y que ha sido erradicada por el Opus Dei y Cipriani! ¡Cuánta falta hace una Iglesia comprometida con su labor pastoral, inserta en la vida de los más pobres, capaz de dar una perspectiva de esperanza y al mismo tiempo de sensatez a compatriotas que viven bajo circunstancias extremas de abandono! Albano: todos, creyentes o no, agradecemos tu ejemplo y te recordaremos siempre.

Publicado en la columna Causa justa del diario La República
Fotografìa tomada del Blog Limachrome, de Víctor Idrogo.

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