El indulto es uno de los últimos arcaísmos "regios" de un presidente republicano: Un poder condena bajo el imperio de una Ley creada por otro. Y un tercer poder -un solo hombre- perdona la condena para siempre.
Quien ha de perdonar, además, personifica a la Nación,
El presidente Kuczynski se ha hecho la pregunta: ¿puedo indultar a un expresidente condenado por homicidio de lesa humanidad cuando, estando gravemente enfermo, una afamada encuestadora afirma que más del 65% de la población quiere verlo fuera de la cárcel? Los jueces al condenar a Fujimori no se hicieron esa pregunta. Simplemente lo encontraron culpable de un crimen, que a su juicio se ejecutó empleando todos los resortes del poder. Esos jueces, ¿se sensibilizaron por el estado de la opinión pública? Nunca lo sabremos con claridad, pero 247 hechos probados y el pronunciamiento de la Corte Suprema de Chile fueron más persuasivos para ellos.
PPK aún cuando negó más de tres veces que el indulto no estaba en su agenda, ha llevado sus tribulaciones a la mismísima Roma. Nos ha anunciado además una salida perfecta, muy probablemente dictada por un dilecto abogado: no será él quien decida, sino -además de la religión- un grupo de médicos que dicten a nuestra renaciente República cómo hay que resolver las cuestiones de Estado.
Caretas ha sido perseguida y cerrada por dictaduras y es una ferviente creyente - muy liberal por cierto- en la reconciliación nacional. Con ese título le pedimos al presidente que nos responda: ¿en nombre de quién reinserta el perdón de Fujimori en el ojo de la tormenta? La pregunta no es al médico, ni al cura, ni a IPSOS Apoyo, ni al economista. La pregunta es al hombre que hoy detenta el poder y - según dicen- se apresta a perdonar a quien ni reparó a sus víctimas, ni pidió perdón y que más bien representa a un buen número de peruanos que a casi 200 años de la independencia nos quiere involucrar en un impresionante ejercicio del olvido.
Fuente Editorial de Caretas: http://caretas.pe/politica/80456-editorial
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