20 abr 2017

Lava Jato aún le debe al país una respuesta sobre el papel del Poder Judicial en el mayor esquema de corrupción del planeta

A pesar del volumen y la crudeza de las revelaciones de los delatores de Odebrecht. Persiste una enorme laguna en las centenas de horas de sentencias de declaraciones judiciales replicados por la prensa a lo largo de los últimos días. Tanto la compañía como los procuradores de Lava Jato están debiendo una respuesta a la pregunta que todos hacen, a esta altura. Osea el mayor esquema de corrupción del planeta se desarrollo en las barbas de los jueces ineptos y desinformados, osea una empresa escondió de los ojos del público (y del Ministerio Público) la participación (osea la omisión deliberada, o la complacencia, o todo eso junto) del judicial en las iregularidades cometidas a lo largo dos años. Quién conoce el mundo de los empresarios sabe que una medida cuatlera concedida en un momento estratégico de una licitación puede cambiar el rumbo del juego a favor de un competidor. Sabe también el valor de una decisión de alta corte.

Sabe también el valor de una decisión de alta Corte suspendido investigaciones de la Policía Federal sobre una obra o concurrencia. Y sabe que, si para Odebrecht todos tienen un precio, no hace sentido imaginar que los jueces brasileros eran la excepción.

Por lo menos un episodio, en medio de varios otros, los delatores de Odebrecht tienen la obligación de esclarecer. Se trata de una historia contada en detalles por el exsenador Delcídio de Amaral, en delación. Según él, la presidenta Dilma Rousseff nombró al juez Marcelo Navarro para el Tribunal Superior de Justicia a cambio de su voto a favor de la liberación de Marcelo Odebrecht y el Presidente Andrade Gutierrez, Otávio Azevedo, en la época también preso en Curitiba. Navarro había sido indicado por el entonces presidente de la Corte Francisco Falcao, que garantizaba tener el control de la clase que juzgaría los pedidos de habeas corpus de los empresarios. Con Navarro en el equipo, habría dicho Hawk, la liberación estaba en lo cierto. Navarro fue nombrado y, de hecho votó a favor de la liberación.

Pero, según Delcídio, los otros miembros de la clase del STJ hubiera conocido el golpe y rebelado el golpe en contra. Los empresarios continuarán presos, y  Odebrecht comenzó a considerar seriamente la posibilidad de un acuerdo con el Ministerio Público. Todos los citados por el ex senador nuega colusión. Sin embargo, en el metro de Brasilia, circuló varias versiones con respecto a los valores y términos del acuerdo entre el Falcon, el gobierno y Odebrecht.

La declaración de los ejecutivos de la empresa debería al menos esclarecer, después de todo, si el relato es tan grave, es verdadero o falso. Hasta ahora, sin embargo, reina el silencio.

Proteger los miembros del Judicial es la estrategia obvia para una empresa que tiene un futuro repleto de pendientes a resolver con la Justicia y contemplaba el serio riesgo de entrar en recuperación judicial. No es razonable, sin embargo, que una operación de la envergadura y ambición de Lava Jato acepte este tipo de omisión.

Los procuradores ciertamente percibieron el juego de Odebrecht y dejaron rollo, por lo menos por ahora. Hicieron un cálculo político, ya que el acuerdo era considerado esencial para Lava Jato. En los últimos momentos de la negociación, sin embargo, exigían algo que dejo a los abogados de la empresa: todos los documentos relativos a los contratos con firmas de abogados realizados por Odebrecht mientras duró el esquema de corrupción deberíam ser entregados al Ministerio Público - o que sólo se hizo después de algunas dudas. Los investigadores esperan poder identificar, ésos pagamentos, la evidencia de sobornos pagados a los jueces a través de familiares y representantes. Ellos saben que una vez cerrado un acuerdo, todos están sujetos a ser llamados para complementar sus confesiones. Andrade Gutierrez y Camargo Correa ya están en la fila - está dificílmente escapará de revelar como consiguió sepultar, enla justicia, la Operación Castelo de Arena, que apuraba un esquema de corrupción semejante al descubierto ahora. Se espera que Odebrecht no sea la excepción, y que se abrirá el cuadro negro judicial pronto, pero en el caso de Lava Jato aún está en deuda.


Escribe Malu Gaspar, "Perdiendo las Togas".
Traducción libre del Equipo de Incidencia en Derecho.

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