23 abr 2017

Francia incierta por Ronald Gamarra

"El sistema de partidos tradicional de la quinta República parece estar definitivamente difunto".

Este domingo 23 se celebran las elecciones presidenciales en Francia. A pesar de que en nuestro medio estas elecciones casi no han tenido resonancia alguna, se trata de un evento muyimportante a escala global. Francia, junto con Alemania, forma el espinazo de la Unión Europea y, por sí sola, es la sexta economía  más grande del mundo y, además, una potencia nuclear. No hace falta hablar de su reconocida importancia e influencia cultural. Debería interesarnos entonces, su proceso electoral, pero nunca como hoy ha sido tan baja la calidad informativa de los medios de comunicación masiva en nuestro país.

Francia llega a estas elecciones en una situación inédita de incertidumbre, que contrasta con la trayectoria de estabilidad de la Quinta República, instaurada por Charles de Gaulle en 1958. La característica más notable como se expresa esta incertidumbre se da en el hecho de que los resultados de este domingo no permiten un margen seguro de previsivilidad. Por primera vez en más de medio siglo, no es posible prever con razonable certeza cuáles serán los dos candidatos que pasarán a disputar el ballotage, es decir, la segunda vuelta , pues hay un virtual empate entre cuatro candidaturas, dos de las cuales son claramente hostiles a la Unión Europea y extrañas al sistema de partidos tradicionalde la Quinta República.

Según las encuestas difundidas esta semana, la preferencia por la candidatura del centrista Emmanuel Macron tiene 22%, igual que Marine Le Pen, candidata de la ultraderecha, mientras el izquierdista Jean-Luc Mélenchon tiene 20% y el derechista Francois Fillon, 19%. Pero el detalle es que, aparte de que la diferencia, las candidaturas de Macron y Le Pen han sufrido una merma importante de intención de voto en las últimas semanas, mostrando tendenecia a la baja, en tanto que las candidaturas de Fillon y especialmente  la de Melenchon (que empezó la campaña con menos de 10% y ha conseguido duplicar su intención de voto) muestran una tendencia ascendente.

El propio presidente Francois Hollande expresó el desconcierto del electorado francés cuando declró que no descartaba una segunda vuelta en la cual los franceses se vieran obligados a elegir entre los dos declarados candidatos antisistema: Le Pen y Melenchon. Por otra parte, el presidente Hollande  enfrenta una situación de clara impopularidad de su gobierno, que le ha impedido competir por la reelección. El propio partido de gobierno, el histórico Partido Socialista, enfrenta un virtual desastre electoral pues su candidato Benoit Hamon, que empezó con 15% de intención electoral, ahora se encuentra en apenas 7%, y un  tercio de sus posibles votantes confiesa que aún podría cambiar de voto en los pocos días que restan.

Artículo de opinión de Ronald Gamarra Herrera publicado en Hildebrandt en sus trece el viernes 21 de abril de 2017.

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