Practicamente desde que tengo recuerdo, nuestro país ha tenido presidentes cuestionables o condenables. Para el olvido, la repulsa o el escupitajo. En ciertos casos, los pocos méritos que podían tener por específicos actos se desmerecen por los grandes errores, fallas garrafales, desvergüenzas, traiciones e incluso delitos o crímenes imperdonables que cometieron en el ejercicio arbitrario e irresponsable de su alto cargo, con las consecuencias nefastas tanto inmediatas como de largo plazo para el Perú.
El Gobierno de Sagasti supo trabajar para conseguir vacunas suficientes para inmunizar este mismo año a toda la población peruana y echó a andar el proceso de vacunación con una dinámica cada vez mayor. Conseguir la inmunidad colectiva gracias a la vacunación será esencial para poder recuperar la normalidad de la vida ciudadana y la esperanza en el futuro del país.
Paniagua y Sagasti, dos gobernantes discretos ajenos a la grandilocuencia y las poses mesiánicas. Sensatos en sus objetivos y serios en su cumplimiento. Sabedores de lo importante e indispensable que es formar equipos de trabajo y, sobre todo, alejarse de los sobones, los aduladores, los charlatanes. Sin duda también cometieron errorres, pero eso es lo menor en su ejecutoria; sobre todo se esforzaron por cumplir bien al servicio del país. Lástima que, entre ambos, solo ocupen 18 meses del último medio siglo.
Artículo de opinión de Ronald Gamarra Herrera punlicado en Hildebrandt en sus trece el día viernes 30 de julio de 2021.
Fuente Hildebrandt en sus trece.
https://www.facebook.com/epanoticia/videos/114751063297750/ Por favor necesito ayuda.
ResponderEliminar