Invertir en políticas favorables a la familia es bueno para la familia, paras las empresas y para la economía.
Invertir en políticas favorables a la familia es bueno para la propia familia, para las empresas y para la economía. Sin embargo, para muchos padres de todo el mundo, políticas como licencias parentales remuneradas, pausas para la lactancia materna, servicios de atención a los niños y subsidios para los hijos, no son una realidad.
La falta de este tipo de políticas dificulta la capacidad de madres y padres para crear un vínculo con sus bebés en los primeros y fundamentales años de vida: las pruebas demuestran que se trata de un período en el que la combinación de una nutrición adecuada, un ambiente de cariño y unos cuidados estimulantes pueden fortalecer el cerebro en desarrollo del bebé y concederle el mejor comienzo de vida.
Las políticas favorables a la familia no solo se traducen en niños más sanos y mejor educados, más igualdad de género y un crecimiento más sostenible, sino que también se asocian al aumento de la productividad de los trabajadores y de las posibilidades de atraer, motivar y conservar empleados.
La buena noticia es que el impulso para el cambio es cada vez mayor: cada vez más empresas están empezando a apreciar el valor de ofrecer políticas favorables a la familia.
No obstante, los avances en materia de políticas y empresa van demasiado lentos. Es absolutamente necesario destinar más fondos a políticas favorables para la familia: es bueno para los niños, para las mujeres, para las empresas y para la economía.
1. Suficientes permisos remunerados para madres, padres y cuidadores, tando en la economía formal como en la informal, para satisfacer las necesidades de sus hijos pequeños. Esto incluye permisos remunerados por maternidad y paternidad, así como para cuidar de niños pequeños enfermos.
2. Apoyar la capacidad de las madres de amamantar exclusivamente durante seis meses, como recomiendan las normas mundiales aprobadas, y de seguir amamantando durante el tiempo que deseen.
3. Garantizar que todos los niños tengan acceso a servicios de guardería y educación temprana asequibles y de calidad.
4. Proporcionar subsidios por los hijos y salarios adecuados para ayudar a las familias a mantener a sus hijos pequeños.
Invertir en políticas favorables a la familia es bueno para la propia familia, para las empresas y para la economía. Sin embargo, para muchos padres de todo el mundo, políticas como licencias parentales remuneradas, pausas para la lactancia materna, servicios de atención a los niños y subsidios para los hijos, no son una realidad.
La falta de este tipo de políticas dificulta la capacidad de madres y padres para crear un vínculo con sus bebés en los primeros y fundamentales años de vida: las pruebas demuestran que se trata de un período en el que la combinación de una nutrición adecuada, un ambiente de cariño y unos cuidados estimulantes pueden fortalecer el cerebro en desarrollo del bebé y concederle el mejor comienzo de vida.
Las políticas favorables a la familia no solo se traducen en niños más sanos y mejor educados, más igualdad de género y un crecimiento más sostenible, sino que también se asocian al aumento de la productividad de los trabajadores y de las posibilidades de atraer, motivar y conservar empleados.
La buena noticia es que el impulso para el cambio es cada vez mayor: cada vez más empresas están empezando a apreciar el valor de ofrecer políticas favorables a la familia.
No obstante, los avances en materia de políticas y empresa van demasiado lentos. Es absolutamente necesario destinar más fondos a políticas favorables para la familia: es bueno para los niños, para las mujeres, para las empresas y para la economía.
1. Suficientes permisos remunerados para madres, padres y cuidadores, tando en la economía formal como en la informal, para satisfacer las necesidades de sus hijos pequeños. Esto incluye permisos remunerados por maternidad y paternidad, así como para cuidar de niños pequeños enfermos.
2. Apoyar la capacidad de las madres de amamantar exclusivamente durante seis meses, como recomiendan las normas mundiales aprobadas, y de seguir amamantando durante el tiempo que deseen.
3. Garantizar que todos los niños tengan acceso a servicios de guardería y educación temprana asequibles y de calidad.
4. Proporcionar subsidios por los hijos y salarios adecuados para ayudar a las familias a mantener a sus hijos pequeños.
Fuente UNICEF: https://www.unicef.org/es/desarrollo-de-la-primera-infancia/politicas-favorables-familia
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