3 mar 2019

Opinión: "Morir de amor: ser mujer es peligroso"


Jorge A. Salcedo. 
Director de la EAP de Psicología de la Universidad Continental.

Información oficial del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la ONU indica que 2,559 mujeres fueron víctimas de feminicidio en el 2017. Asimismo, los datos del 2016 y 2017 muestran que El Salvador (10.2) y Honduras (5.8) son los países con mayor prevalencia en la región; y Bolivia y Paraguay, en América del Sur. En el Perú, 149 mujeres fueron asesinadas en el 2018, once más que en el 2017. Según cifras de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio de la Mujer, este fue el crecimiento más alto en nueve años.

En lo que va del 2019, el Perú ya sumó 17 nuevas víctimas. Del análisis de estos casos, y tomando en cuenta la prevalencia de años anteriores, podemos llegar a dos conclusiones iniciales: las víctimas tienen entre 18 y 35 años, y los victimarios, entre 18 y 44; asimismo, que los feminicidios se cometen más en las zonas urbanas que en las rurales.

En lo que va del 2019, el Perú sumó ya 17 nuevas víctimas. Del análisis de estos casos, y tomando en cuenta la prevalencia de años anteriores, podemos llegar a dos conclusiones iniciales: las víctimas tienen entre 18 y 35 años, y los victimarios, entre 18 y 44; asimismo, que los feminicidios se cometen más en las zonas urbanas que en las rurales.


De acuerdo con ONU Mujeres, la primera causa por la que un hombre comete feminicidio son los celos; la segunda, por la decisión de la mujer de terminar la relación. En esa misma línea, el sociólogo Miguel Ramos, en la investigación Masculinidad y violencia conyugal. Experiencias de vida de hombres de sectores populares de Lima y Cusco, explica que una de las excusas a la que más recurren los agresores para justificar la violencia contra las mujeres es los celos que sienten por un supuesto acto de infidelidad. La celotipia, también conocida como el síndrome de Otelo, es un transtorno psicológico que se clasifica en el subtipo de transtorno delirante.

Existen diversos tipos de transtornos delirantes: persecutorio, maniático, erotomaníaco y celoso. En el caso de este último, el delirio fundamental es creer -o estar convencido de- que la pareja es infiel. En la mayoría de los casos, esta creencia se basa en suposiciones falsas o, por lo menos inciertas. Es importante mencionar que resulta imprescindible realizar un adecuado peritaje psiquiátrico a los autores de crímenes de odio debido a que un mal diagnóstico puede declararlos inimputables. La mayoría de los perpetradores de feminicidios - lo dicen los estudios- están esencialmente instalados en la realidad. .


Ser mujer en nuestro país es peligroso. ¿Qué acciones se deben tomar al respecto? Existen varias iniciativas: el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables implementó una línea de emergencia para identificar potenciales víctimas de violencia; por otro lado, se modificaron 10 artículo del Código Penal para fortalecer la lucha contra el feminicidio.

Sin duda, hay mucho por hacer. ¿Dónde sería más efectivo enfocar la acción preventiva? Estoy convencido de que en los niños. En un estudio sobre la agresión, Albert bandura propuso que los seres humanos aprendemos observando, por imitación. Es imprenscindible, entonces, una educación basada en un enfoque de igualdad, desde la escuela y los hogares, donde se redefinan los constructos sobre la masculinidad, donde los niños no se sientan superiores a las niñas y no crean que ellas están para servirlos. Y donde niñas y niños aprendan que la mujer no es "propiedad" del hombre.

Escribe Jorge A. Salcedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario