Entrevista a José Ugaz Sánchez Moreno. Presidente de Transparencia Internacional y ex procurador anticorrupción.
El presidente de Transparencia Internacional considera que ha faltado voluntad política de parte del jefe de Estado para impulsar una real lucha contra la corrupción. Indica que ha tenido un buen discurso, pero pocas acciones concretas. Sobre el "perdón médico" para Alberto Fujimori, asegura que jurídicamente no procede.
En
su primer mensaje a la Nación, el presidente Pedro Pablo Kuczynski dijo
que ser un país moderno es ser un país no corrupto. ¿Qué le parece lo
que se ha hecho el primer año?
El balance no
es positivo, y es que el presidente nunca tuvo este tema en su agenda.
Si recordamos, al final se vio de alguna manera presionado a salir con
el tema de la corrupción como un punto de su campaña, pero él estaba
manejando una agenda distinta en que la corrupción no ocupaba un papel
preponderante. Y creo que ha pagado esa factura: el no haber estado
preparado para algo que era tan evidente como que el Perú está
padeciendo de una corrupción estructural, sistémica y generalizada, y
que debe ser una de las urgencias principales de cualquier gobierno.
...lo
que se ve en las encuestas desde el escándalo del "negociazo" que
pretendía hacer su ex asesor en salud Carlos Moreno con el SIS...
De
hecho, la última encuesta de Ipsos señala que la corrupción nuevamente
ha pasado a ser el problema número uno para la gente en Perú, ha
desplazado a la seguridad, y había desplazado ya a la pobreza. Creo que
el presidente no estuvo atento a eso y la prueba es el caso Moreno.
Tengo entendido que él (Kuczynski) fue alertado e informado de que
Moreno era una persona que tenía antecedentes en materia de corrupción y
pese a esa información lo nombra como su asesor personal con oficina en
Palacio de Gobierno.
Entonces, ¿para el Ejecutivo realmente no es prioritario combatir la corrupción?
Por otro lado, nombra a Fernando Zavala
como premier, quien sí tiene el tema de la corrupción en su agenda. Me
consta que el equipo que trabaja con él ha estado bastante alerta y
preocupado por enfrentar los problemas que la agenda de la corrupción
plantea en el Perú, pero no ha habido la voluntad política, que le
corresponde en principio al presidente de la República.
Pero creó la Comisión Presidencial de Integridad…
La
Comisión Presidencial de Integridad fue un pie forzado a raíz del
escándalo Moreno. Hizo un buen trabajo y presentó cien propuestas, pero
la implementación hasta la fecha ha sido muy pobre. La mejor prueba es
la Ley de acceso a la información, que debió ser reglamentada con una
autoridad que regulara, como ha ocurrido en México y en Chile, que le
ponga dientes para sancionar a las instituciones públicas que no cumplen
con entregar información al ciudadano. Pero lo que ha salido es una
norma mediocre, floja, fofa.
¿Esa falta de voluntad puede deberse al pasado lobbista del presidente?
Acabo
de venir de Argentina, donde me hicieron un comentario muy positivo
sobre el presidente Kuczynski por su discurso anticorrupción después de
lo de Moreno. Me dijeron: ustedes tienen un presidente con mucha
claridad, ha sido muy enfático en su enfrentamiento a la corrupción. Y
claro, ese discurso del presidente fue muy bueno. Hay que reconocer que
quien se lo escribió lo hizo bien. Pero él no tiene el tema encarnado.
No creo que Kuczynski sea corrupto, y sobre las acusaciones de lobbista,
son frecuentes por el nivel de empresario que tuvo, pero no tengo
información para afirmar que hizo lobbies ilegales. Simplemente, el tema
no está en su agenda, no está en su ADN.
¿No está en su ADN, como en el de muchos empresarios?
Kuczynski
es un buen ejemplo del empresariado peruano, que por muchísmos años no
ha tenido el tema de la corrupción en su agenda, la han mirado con
cierto desdén y en muchos casos se adecuaron y entraron al juego de la
corrupción, y hoy vemos la factura que están pagando empresas de
altísimo nivel, como Graña y Montero y otras. Hubo empresarios peruanos
que creyeron que era más fácil ceder a la corrupción que crear un
cultura de negocios limpia y competitiva. Kuczynski forma parte de esa
cultura, que hoy día, gracias a Dios, ha empezado a cambiar. Hoy, el
sector privado tiene una Comisión anticorrupción que por lo menos se va a
sentar a discutir y pensar alternativas diferentes. La profunda crisis
que se está generando con el caso Odebrecht se va a convertir en una
oportunidad para generar una nueva cultura de hacer negocios en Perú.
¿Cuán importante para ello es evitar la impunidad?
Quebrar
impunidad es un elemento central, pero en el caso concreto de Lava
Jato, el Gobierno también debe buscar un equilibrio para que no haya
impunidad y que la economía del país no colapse. Se ha comenzado a
generar una crisis por el desorden en el manejo del caso. Hay más de 100
mil trabajadores peruanos afectados por el caso Lava Jato, hemos
perdido 1% del PBI de 2017, estamos hablando de 2 mil millones de
dólares por la paralización del Gasoducto del Sur, a lo que su suma la
cadena de proveedores y empresas en crisis por ello. El Gobierno
respondió con el Decreto de Urgencia 003, pero no ha sido la solución
que se esperaba. Como dice el juez Moro en Brasil: no hay que ahorcar al
cantante. Si hay gente que ha cometido delitos y quiere entregar
información a cambio de que se le baje un poco el rigor penal, eso se
puede hacer. Funcionó muy bien en el caso Fujimori-Montesinos,
con los acuerdos de colaboración eficaz y como resultados los tres
dirigentes de la organización criminal están condenados a 25 años, y
Perú ha recuperado más de 300 millones de dólares.
Hay
cosas que no solo dependían del presidente, como el fortalecimiento de
la Unidad de Inteligencia Financiera, a lo que se opuso el Congreso...
Eso
muestra que no solo es solo un problema del presidente, de su partido,
si existe, o del Gobierno, sino de la clase política que en el Perú se
resiste a adoptar reglas que limpien la cancha. El tema del
financiamiento de las elecciones es esencial. Los políticos que se
escudan en el argumento de la reserva, en el fondo lo que hacen es
cubrir lo que se sabe: que a las campañas electorales entra dinero del
crimen organizado.
El presidente volvió a hablar del indulto señalando que sería un "perdón médico". ¿Puede hacerlo?
Desde
el punto de vista legal, no hay camino para que ese indulto sea
procedente. El indulto regular no es opción para él y la norma que
regula el indulto humanitario es muy clara sobre las condiciones que se
necesitan. La depresión no es una causa. Legalmente, ese camino no está
habilitado.
¿Ese indulto no sería un mensaje de impunidad?
Sí
y creo que tendría un costo político complicado para el presidente,
incluso en sus propias filas, porque algunos de sus congresistas y
ministros y muchos de los que votaron por él lo hicieron con la
convicción de que no iba a indultarlo.
María Elena Castillo.
Fuente Diario La República: http://larepublica.pe/impresa/politica/893652-el-gobierno-debe-buscar-que-no-haya-impunidad-y-que-la-economia-no-colapse
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