Washington,
D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presenta su InformeAnual 2019 en cumplimiento de lo establecido en el Artículo 59 de su
Reglamento. El Informe compila el trabajo realizado entre el 1 de enero y el 31
de diciembre de 2019, año del 60 aniversario de creación de la Comisión, y
exhibe los resultados más relevantes alcanzados. El Informe Anual es una
herramienta de rendición de cuentas, así como uno de los instrumentos
principales de monitoreo de la situación de derechos humanos en la región, y de
seguimiento de las recomendaciones emitidas por la CIDH en sus distintos mecanismos.
“La
CIDH obtuvo resultados inéditos en 2019, avanzando de manera decidida en el
cumplimiento de los objetivos trazados en su Plan Estratégico 2017-2021”,
afirmó el Comisionado Joel Hernández, Presidente de la Comisión. Asimismo,
señaló: "En nombre de mis colegas, comisionadas y comisionados, agradezco
la decisión de los Estados miembros de fortalecer las capacidades de los
órganos principales del Sistema Interamericano de Derechos Humanos aprobando el
incremento de su presupuesto. Nuestro reconocimiento también es al personal de
la Secretaría Ejecutiva por su compromiso y dedicación."
Tal
como se reporta en detalle en este Informe Anual 2019 y en el Informe Anual de
Implementación del Plan Estratégico CIDH 2017-2021 (2019), durante este año la
CIDH ha avanzado significativamente en el cumplimiento de las metas y objetivos
definidos en el Plan Estratégico. Entre estos logros se destacan principalmente
los avances registrados en la superación del atraso procesal y en el desarrollo
progresivo del derecho internacional de los derechos humanos para la
consolidación de estándares interamericanos; el aumento de la cobertura de
monitoreo; el incremento de actividades de cooperación técnica y promoción, la
coordinación con otros organismos de derechos humanos; el refuerzo de las
capacidades internas y la optimización de la gestión institucional; así como
los avances de sus mecanismos de seguimiento del cumplimiento de
recomendaciones emitidas a través de diferentes instrumentos.
El
Informe está compuesto por una Introducción, 6 capítulos y anexos. La
Introducción presenta los principales logros institucionales, el progreso
alcanzado en materia de derechos humanos en la región y el estado de
universalización del Sistema Interamericano de Derechos Humanos durante 2019.
El Capítulo I ofrece un panorama general de las actividades de la Comisión
durante el año, entre ellas, los avances del Plan Estrategico 2017-2021, la
estructura y reorganización de la Secretaría Ejecutiva, las sesiones,
resoluciones, relaciones con otros organos y avances en materia de cooperación
y seguimiento. El Capítulo II presenta información sobre el sistema de
peticiones y casos y las medidas cautelares; así como el seguimiento de las
recomendaciones de casos individuales. El Capítulo III reúne las actividades de
las Relatorías Temáticas y de País, así como las actividades de promoción y
capacitación. El Capítulo IV se divide en IV.A y IV.B. El Capítulo IV.A
consiste en un panorama descriptivo de la situación de los derechos humanos en
los países miembros, con un especial énfasis en los derechos y temas
priorizados por la CIDH, así como en ejes transversales. El Capítulo IV.B
contiene un análisis de la situación de los derechos humanos en Cuba, Nicaragua
y Venezuela, países que la CIDH nuevamente incluyó en esta sección por requerir
de una atención especial según los criterios establecidos en el Artículo 59.6
de su Reglamento. El Capítulo V contiene un seguimiento de las recomendaciones
formuladas por la CIDH en sus informes de país sobre Colombia, Guatemala,
México y República Dominicana. Finalmente, el Capítulo VI versa sobre la
estructura y personal de la Comisión, la capacitación del personal, los
recursos financieros y la ejecución presupuestaria, la movilización de recursos
y administración de proyectos, entre otras medidas relativas al desarrollo
institucional de la CIDH durante el año. Asimismo, el Informe Anual incluye los
siguientes Anexos: Informe “Situación de los derechos humanos de los pueblos
indígenas y tribales en la Panamazonía”; Informe “Migración forzada de personas
nicaragüenses a Costa Rica”; Informe “Violencia y discriminación contra
mujeres, niñas y adolescentes: buenas prácticas y desafíos en América Latina y
el Caribe”; Informe sobre la situación de personas defensoras y líderes
sociales en Colombia; Compendio sobre igualdad y discriminación. Estándares
Interamericanos; Informe “Empresas y derechos humanos: Estándares
Interamericanos; “Informe sobre la situación de los derechos humanos en
Honduras”; Informe “Corrupción y derechos humanos: Estándares interamericanos”;
Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión; e Informe de la
Relatoría Especial para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Durante
2019, la Comisión ha observado distintos progresos en los Estados Miembros de
la OEA en materia de derechos humanos. En particular, la CIDH ha constatado una
serie de medidas dirigidas al fortalecimiento de la institucionalidad de
derechos humanos, como lo son la creación de una serie de nuevos espacios
institucionales para la promoción y protección de derechos humanos. Este año
también se ha caracterizado por el fortalecimiento de la participación
democrática de grupos históricamente discriminados, tanto en el ejercicio del
derecho al voto como en la participación en cargos públicos por parte de
personas y poblaciones históricamente discriminadas. Asimismo, la Comisión
destaca las iniciativas estatales de mayor relevancia respecto a políticas
públicas con enfoque en derechos humanos. En efecto, corresponde mencionar a
los esfuerzos estatales para la formulación e implementación de planes
nacionales en varios Estados de región, así como a la adopción de importantes
medidas en materia de igualdad y no discriminación; participación social;
verdad justicia y reparación; acceso a la información como garantía de
transparencia y rendición de cuentas; protección prioritaria a grupos en
situación de vulnerabilidad, en particular con respecto a personas y
poblaciones migrantes y para la inclusión de la perspectiva de género y
diversidad. La CIDH reconoce esos esfuerzos y alienta a los Estados a continuar
formulando y aplicando políticas públicas atendiendo las recomendaciones de los
órganos del SIDH y a difundir este enfoque en todas las instituciones del
Estado y en la sociedad en su conjunto. La Comisión se pone a disposición de
los Estados para prestar la cooperación técnica que se requiera para alcanzar
esos propósitos.
En
el Capítulo IV.A., la CIDH identifica las siguientes tendencias en cuanto a
problemas y desafíos en derechos humanos observados a través de su labor en
2019: la persistencia de la discriminación y violencia contra mujeres, personas
LGBTI, afrodescendientes e indígenas, niñas, niños y adolescentes y en
particular contra personas defensoras de derechos humanos, periodistas y
líderes sociales; el incremento de la represión de la protesta social en
algunos países de la región mediante el uso desproporcionado de la fuerza, así
como actos de violencia y vandalismo ocurridos en estos contextos; el fenómeno
de las personas en situación de movilidad humana y en particular la migración
forzada de personas; y la gravedad de las condiciones de detención de las
personas privadas de libertad en la región y retrocesos en materia de pena de
muerte.
En
cuanto al Capítulo IV.B., la CIDH decidió incluir nuevamente a Cuba en esta
sección de acuerdo a lo dispuesto en los incisos 6.a.i. y 6.c. del artículo 59
de su Reglamento. Durante el año 2019 la Comisión continuó observando las
condiciones de la democracia representativa, tomando nota de los cambios en el
ejercicio de los altos cargos políticos como la designación del Presidente
Miguel Díaz-Canel, pero señalando la persistencia de restricciones para que
todos los ciudadanos cubanos puedan acceder a cargos de representatividad. La
supremacía del Partido Comunista que nuevamente es identificado en la
Constitución como un partido único, constituiría una restricción a la
participación de las personas con convicción política diferente para participar
en los asuntos públicos y cargos representativos. Además, autoridades como la
Asamblea Nacional del Poder Popular siguen reuniendo amplias facultades para la
toma de decisiones públicas que desdibujan los elementos característicos de un
sistema de separación de poderes. La CIDH tampoco observa un cambio de
condiciones que brinden garantías para la independencia judicial. En cuanto a
la comisión de violaciones, graves y sistemáticas de los derechos humanos, la
Comisión mantiene su preocupación por las graves afectaciones a los derechos
políticos al sufragio y a la participación en el gobierno, a la libertad de
opinión, expresión y difusión, al derecho de residencia y tránsito, a la
protección contra la detención arbitraria. De acuerdo con la información
recibida por la CIDH y a los testimonios a los que tuvo acceso, siguen siendo
recurrentes las restricciones a estos derechos en la isla. El ejercicio de los
mismos estaría limitado por un ejercicio autoritario del poder, en el que los
disidentes políticos o quienes sean percibidos como tal encontrarían constantes
restricciones a sus derechos. A través del presente Informe, la Comisión
profundiza el monitoreo de la situación de derechos humanos en Cuba en esta
época de transformaciones. Ante la imposibilidad de visitar Cuba, la CIDH
escucha las voces de las personas cubanas, y las incorpora en su examen de la
situación del país.
Con
relación a Nicaragua, la CIDH dio seguimiento especial al deterioro continuo de
la situación de los derechos humanos en el país, desde el inicio de los actos
de violencia ocurridos a partir del 18 de abril de 2018 en el marco de la
represión estatal a las protestas. La situación en el país se enmarca en lo
establecido en los incisos 6.a.i, 6.b, 6.c y 6.d.i), 6.d.ii) 6.d.iii) del
artículo 59 del Reglamento. Durante 2019 la Comisión ha documentado un
ejercicio arbitrario por parte del Estado en sus tres ramas de Poder, como
consecuencia, entre otras cuestiones, de la falta de independencia del Poder
Judicial y de otros órganos públicos. Asimismo, la CIDH advirtió que la grave
crisis de derechos humanos en Nicaragua se ha extendido durante 2019, debido a
la instalación de facto de un estado de excepción caracterizado por el
ejercicio abusivo de la fuerza pública para reprimir a las voces disidentes al
Gobierno, el allanamiento, clausura y censura de medios de comunicación, la
prisión o exilio de periodistas y líderes sociales, cierre de organizaciones de
la sociedad civil sin las garantías de debido proceso, así como a la injerencia
y el control del Poder Ejecutivo en los demás poderes públicos. La Comisión
también considera que la situación en el país centroamericano se enmarca en lo
establecido en el inciso 6.c. del mismo artículo de su Reglamento, que refiere
a la comisión, por parte de un Estado, de violaciones masivas, graves y
sistemáticas de los derechos humanos garantizados en la Declaración Americana,
la Convención Americana, o los demás instrumentos de derechos humanos
aplicables. La Comisión observa que el prolongado debilitamiento de la
institucionalidad democrática en Nicaragua ha derivado en la perpetuación de la
crisis de derechos humanos en el país, así como en la generación de una
situación de impunidad estructural respecto las graves violaciones a los
derechos humanos cometidas.
Con
relación a Venezuela, la CIDH decidió incorporar al país en el Capítulo IV.B.
por considerar que se enmarca en lo establecido en los incisos 6.a.i., 6.b. y
6.d. del artículo 59 de su Reglamento. La Comisión observó que la prolongación
indefinida e irrestricta del estado de excepción, la suspensión de los poderes
de la Asamblea Nacional democráticamente electa, la falta de independencia
judicial, la extralimitación de funciones de la Asamblea Nacional
Constituyente, la ausencia de garantías para la celebración de elecciones
libres y democráticas, y en general, la falta de subordinación de las
instituciones del Estado a la autoridad civil, evidencian una clara alteración
del orden constitucional. A ello se suma una crisis humanitaria generalizada
que ha repercutido en el goce de los derechos económicos, sociales y
culturales, y que ha conducido a la migración forzada de millones de
venezolanas y venezolanos. Igualmente, para la inclusión del Estado de
Venezuela en el Capítulo IV.B de su Informe Anual 2019, la Comisión ha tomado
en cuenta la renuencia del Estado en adoptar medidas decididas para
reestablecer la separación y el equilibrio de los poderes públicos, así como
para cumplir cabalmente con sus obligaciones internacionales; entre estas, se
destacan las decisiones y recomendaciones de la CIDH y las sentencias
proferidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Para la elaboración
del Informe, la Comisión se basó en la información recabada según el artículo
59 de su Reglamento.
La
CIDH agradece a la sociedad civil interamericana de derechos humanos, a los
Estados miembros y observadores de la OEA, a los organismos internacionales y
regionales, al Secretario General de la OEA, Luis Almagro y su equipo, así como
al equipo de su Secretaria Ejecutiva por todo el apoyo prestado para alcanzar
los logros inéditos en su historia, presentados en su Informe Anual 2019. La
Comisión también agradece a los Estados el fortalecimiento de la CIDH a través
de la implementación del incremento del fondo regular. Asimismo, agradece a los
países miembros, observadores y donantes cuyas contribuciones voluntarias han
sido decisivas para el alcance de los resultados presentados: Argentina,
Bolivia, Canadá, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, Perú,
Uruguay; Comisión Europea, España, Francia, Holanda, Irlanda, Islas Baleares,
Noruega y Suiza; Fundación ARCUS, Google, Freedom House, Fundación Panamericana
para el Desarrollo (PADF), Fundación Ford, OXFAM y ACNUR.
Para ver el Informe Anual y sus Anexos, ingresar aqui: http://www.oas.org/es/cidh/docs/anual/2019/indice.asp
Fuente CIDH: http://www.oas.org/es/cidh/
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