Año
a año, UNICEF publica el Estado Mundial de la Infancia (EMI), informe que
recoge los indicadores oficiales de desarrollo de la niñez y adolescencia de
todo el mundo. A partir de estas cifras, en cada edición el informe examina
detenidamente una cuestión clave que afecta a la infancia, y propone
soluciones.
El
último informe del siglo pasado (1999) estuvo dedicado al estado nutricional de
la niñez y la adolescencia. Veinte años después y bajo el título Niños,
alimentos y nutrición, crecer bien en un mundo en transformación, el EMI 2019
vuelve a examinar esta realidad y evidencia lo avanzado, pero también los
desafíos latentes para garantizarle a niñas, niños y adolescentes su derecho a
una buena nutrición.
A escala
mundial, al menos uno de cada tres niños menores de 5 años está malnutrido y no
crece bien. En América Latina y el Caribe uno de cada cinco niños no está
creciendo bien.
EL
CASO PERUANO
El
EMI 2019, que se publica a pocas semanas de conmemorarse el 30 aniversario de
la Convención sobre los Derechos del Niño, tiene una importancia especial para
Perú. A través de la historia de los gemelos cusqueños Josué Abdías y Josué
Abraham muestra al mundo el éxito peruano en la reducción de la desnutrición
crónica infantil. Además, por primera vez uno de estos informes incluye en su
portada a una niña de nacionalidad peruana.
Cuando
estos gemelos llegaron al mundo en el año 2000, los indicadores nacionales
sobre desnutrición crónica infantil eran desalentadores. 33% de las niñas y niños menores de cinco
años estaba afectado por la desnutrición crónica. Dos décadas después, la
reducción de este indicador ha sido realmente notable: 12% de niños peruanos
menores de 5 años presenta desnutrición crónica.
Los
gemelos no escaparon a esta realidad, pero tampoco al éxito peruano en esta
lucha. Nacieron con desnutrición, pero gracias al cuidado de sus padres, la
vigilancia y apoyo de la comunidad y la preocupación intersectorial del Estado,
ellos son hoy dos jóvenes saludables
El
éxito de Perú en la lucha contra la desnutrición refleja el esfuerzo político
nacional, la coordinación entre sectores, un sistema de monitoreo efectivo y la
asignación presupuestal basada en resultados.
En
comunidades tan alejadas como Hanaq Chuquibamba de Cusco, donde nacieron los
gemelos, el liderazgo comunitario ha sido clave. La comunidad en su conjunto
trabajó para monitorear el estado nutricional de los niños, garantizar el acceso
a servicios de salud y nutrición, y difundir conocimiento sobre alimentación.
Esta experiencia sirvió para generar evidencia sobre la importancia de las
prácticas de cuidado cariñoso y sensible para lograr un desarrollo que aseguren
buena salud, nutrición adecuada, interacción sensible, protección y seguridad,
y oportunidades de aprendizaje a la primera infancia.
Sin
embargo, la lucha de Perú contra la desnutrición no ha terminado. Si bien los
promedios nacionales dan cuenta de grandes avances, los regionales evidencian
profundas brechas entre regiones de costa, sierra y selva. Por ejemplo, en la
Región de Huancavelica el promedio de desnutrición crónica infantil es de 33%
mientras que en Lima Metropolitana es de 5%
Además,
subsiste otro problema nutricional que afecta especialmente a niñas y niños
entre 6 y 35 meses: la anemia, que en el 2007 afectaba a 57 de cada 100 niños y
en el 2018 a 43 de cada 100. A diferencia de la desnutrición crónica, el avance
en la lucha contra la anemia es modesto. En Puno por ejemplo entre el 2007 y
2018 solo se ha reducido de 78% a 68%, y en Ucayali incluso se ha incrementado
de 50% a 56%.
Pero
este mundo en transformación también nos enfrenta a nuevas y paradójicas
situaciones. Por ejemplo, el sobrepeso en adolescentes de 10 a 19 años se
incrementó de 10.9% en 2014 a 18.5% en 2018. Situación similar presenta el
indicador de obesidad que creció de 3.3% a 7.5% entre el 2014 y el 2018.
ALGUNOS
INDICADORES GLOBALES
- A
escala mundial, al menos uno de cada tres niños menores de 5 años está
malnutrido y no crece bien.
- 149
millones de niños menores de 5 años sufren de retraso en el crecimiento o son
demasiado pequeños para su edad.
- Casi
50 millones de menores de 5 años sufren de emaciación o son demasiado delgados
para su altura
- El
sobrepeso y la obesidad están aumentando en todos los continentes, incluso en
África.
- En todo el mundo, 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso.
- En todo el mundo, 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso.
- Desde
el año 2000, la proporción de niños con sobrepeso entre los 5 y los 19 años
aumentó de 1 de cada 10 a casi 1 de cada 5.
- Desde
1990, la prevalencia de los niveles de sobrepeso entre los niños de 5 a 19 años
ha aumentado en más de un 33% en el Reino Unido y en un 49,7% en los Estados
Unidos.
Al
menos 340 millones de niños menores de 5 años –o 1 de cada 2– sufren carencias
de vitaminas y minerales esenciales.
- Los
niños consumen dietas deficientes desde una edad temprana. En todo el mundo, 2
de cada 3 niños entre los 6 meses y los 2 años no reciben los alimentos
necesarios para mantener sus cuerpos y cerebros en rápido crecimiento.
- El
44% de los niños de 6 a 23 meses de edad no comen frutas ni verduras. La tasa
más alta se registra en Guinea, donde el 85% de los niños no comieron frutas y
verduras.
- En
todo el mundo, casi el 59% de los niños menores de dos años no comen huevos,
productos lácteos, pescado o carne. En Sudáfrica, sin embargo, el consumo de
estos alimentos es superior a la media mundial, con un 76% en el caso de los
productos lácteos, un 43% en el de los huevos y un 47% en el de la carne o el
pescado.
- Los niños más pobres están pagando el precio
más alto. Sólo 1 de cada 5 niños de entre 6 meses y 2 años de los hogares más
pobres y de las zonas rurales recibe una dieta lo suficientemente diversa como
para que su crecimiento y el desarrollo de su cerebro sean saludables. Los
alimentos de origen animal (carne y lácteos) son esenciales para los niños de 6
a 23 meses. En los países de ingresos altos, los alimentos de origen animal son
sólo de 1 a 4 veces más caros que los alimentos básicos con almidón. En África
subsahariana, pueden ser de 9 a 10 veces más caras.
Para
abordar esta creciente crisis de la malnutrición en todas sus formas, UNICEF
hace un llamamiento urgente a los gobiernos, al sector privado, a los donantes,
a los padres y madres, a las familias y a las empresas para que ayuden a los
niños a crecer sanos mediante las siguientes medidas:
- Empoderar a las familias, los niños y los jóvenes para que exijan alimentos nutritivos, incluso mejorando la educación nutricional y utilizando legislación de eficacia probada –como los impuestos sobre el azúcar– para reducir la demanda de alimentos poco saludables.
- Alentar a los proveedores de alimentos a que actúen en interés de los niños, incentivando la distribución de alimentos saludables, convenientes y asequibles.
- Establecer entornos de alimentación saludable para niños y adolescentes mediante la utilización de enfoques de eficacia demostrada, como el etiquetado preciso y fácil de comprender y unos controles más estrictos de la comercialización de alimentos poco saludables.
- Movilizar los sistemas de apoyo –salud, agua y saneamiento, educación y protección social– para mejorar los resultados en materia de nutrición para todos los niños.
- Recopilar, analizar y utilizar periódicamente datos y pruebas de buena calidad para orientar la acción y hacer un seguimiento de los progresos.
Fuente UNICEF Perú:
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