A los tres años tienen que dejar el establecimiento penal. Reciben
atención integral.
En el centro
penitenciario de Mujeres de Chorrillos viven 11 embarazadas y 39 niños menores
de 3 años. El INPE brinda atención integral a los menores, gracias a alianzas
con el MINEDU, MIMP, MINSA y Cuna Más.
Aquí, como en
cualquier guardería de la ciudad, las canciones melifluas, los cochecitos, las
planchas de corrospún y paredes multicolores. Los niños dicen agú, berrean,
manchan pañales, comen papillas. Ríen.
La ventaja aquí es
que las madres de los lactantes, pueden venir cada dos horas a darles teta
(aquí se promueve la lactancia materna). La desventaja es que, cuando sus hijos
cumplan los tres años, tendrán que despedirse de sus madres. Ellas lo saben.
Ellas se quedarán
cumpliendo sus condenas, porque transgredieron la ley. Es más duro para ellos: se
irán con sus tíos, abuelas, padres. O, si no se dan las condiciones idóneas
para su crianza, a algún orfelinato.
El pabellón 1A
Abrimos el macro:
sobre los techos de la institución educación inicial María Parado de Bellido
hay alambrados de seguridad. La i.e.i.
queda en el interior del centro penitenciario (CP) de Mujeres de Chorrillos, el
popular “Santa Mónica”. Aquí 811 mujeres purgan condena; 11 están embarazadas.
Además, viven aquí 39 niños.
Empezó la
primavera. Los niños han salido con disfraces hechos de material reciclado a
recorrer con sus madres hasta donde les permitan las rejas, hasta los límites
del CP.
Todas las internas
con niños menores de 3 años viven en el pabellón 1-A. Las paredes de estas
celdas están llenas de corazones, pósters de personajes de fantasía, Mickeys
Mouses, Minnies, osos de peluche, pañales, tinas de baño de bebé. Cada una
trata de darle algo de calidez a los duros barrotes.
Gabriel es un
chanchito de mentira. Va de la mano con su mamá, Tania. Ella es colombiana y
dio a luz en el hospital regional de Ica. Estaba embarazada cuando la
internaron en el CP iqueño. Luego la trasladaron aquí, para continuar su
condena.
A Gabriel no le
funciona el riñón izquierdo y el derecho lo tiene obstruido. Ahora que el papá
–también extranjero– cayó en la cárcel, un familiar lleva a Daniel al Hospital
del Niño para sus chequeos. Le faltan dos años para que lo separen de su mamá y
Tania quiere luchar el beneficio de la semilibertad, para así poder dedicarse a
preparar a su niño para las operaciones que necesita.
Para atenderlos mejor
La mayoría de las
internas en la dulce espera cuentan con el Seguro Integral de Salud (SIS) y
solo dos con el seguro de Essalud. Por ello, el Instituto Nacional
Penitenciario (Inpe) tiene convenio con el Ministerio de Salud (Minsa) para
atender a las madres y sus hijos –vacunas, tamizajes y control en general–
tanto en el hospital María Auxiliadora como en el centro médico Virgen del
Carmen.
Gracias a otro convenio, la i.e.i. MPB cuenta con cuatro profesoras del
Ministerio de Educación, además de una docente del Inpe. Y un acuerdo con el
Programa Nacional Cuna Más les permite dar a los menores una alimentación
fortalecida y balanceada. Además, siete internas han sido capacitadas, tras
pasar diversas pruebas, y ahora son las “madres cuidadoras”, una suerte de
auxiliares, que trabajan en cada una de las cuatro aulas bajo las órdenes de
las docentes.
Los convenios
interinstitucionales tienen menos de dos años. Como recuerda María Enciso
Vicente, directora de la i.e.i. intracarcelaria, antes solo se contaba con una
profesora del Inpe, Marlene Soto, y una interna-madre que les prestaba ayuda.
En el CP se busca
dar una atención integral a los niños. Se busca que todos los niños que
ingresen tengan partida de nacimiento y la tarjeta del control de vacunas. De
lo contrario, gracias a convenios con el Reniec y el Minsa se busca completar
la documentación faltante.
El CP cuenta con
una obstetra, una psicóloga, una nutricionista y una asistenta social para
trabajar con las internas y sus niños. No hay pediatras, pero una institución
privada y la municipalidad de Chorrillos facilitan la llegada periódica de
estos especialistas.
“Hemos mejorado
bastante. Lo positivo es que ha volteado la mirada. Antes eran niños
invisibles. Si bien el presupuesto está casi para todo, para alimentación y
servicios básicos, nosotros asumimos a los niños porque están bajo nuestra
responsabilidad”, resume la directora del penal, Jeny Ramos.
La espera del adiós
Rinalda Rojas (32)
abraza a Daniel Valentino, su niño de nueve meses, lo ha vestido como una
ovejita para el paseo primaveral. Hay varias fotos de su hermano, que viene
siempre a visitarlos desde provincia. El papá del niño está en Cusco; ella es
de Tingo María. Rinalda se hace cargo sola del bebé: lava ropa para costearse
los pañales, la leche, la ropa de su hijo.
El 25% de las madres de estos 39 niños no reciben ayuda de los padres y
familiares y crían solas a sus hijos. La directora de la
i.e.i., María Enciso, dice que cuando esporádicamente llega alguna ayuda de una
empresa u oenegé tratan de canalizarlas, primero, para esas madres.
Y cuando los niños
llegan a los dos años y medio es cuando se empieza a prepararlo. Primero se ve
a las familias maternas; después, el lado del padre. Si tiene familia, los
fines de semana va saliendo para que se vaya acostumbrando.
Porque a los tres
años, como dicta la ley, el niño se tendrá que ir. Todas las internas lo saben.
Alrededor del 50% de los casos, los niños salen junto con sus madres. En el
resto de los casos, el INPE informa al MIMP del “egreso definitivo” del menor
para que haga el seguimiento. Si se ve que la familia no cuenta con las
condiciones o vive en una zona demasiado violenta, poco favorable, entonces se
hace la “ubicación”. Son los menos casos. Sin embargo, nunca dejará de ser duro
ver a un niño crecer sin su madre.
Situación en penales del país
A escala nacional, el Inpe tiene a su cargo 14 CP de mujeres
y 32 penales “mixtos”, con pabellones femeninos. En 19 CP hay presencia de
niños. Los de mayor presencia de menores son los de Chorrillos, Trujillo y
Huánuco.
“El niño no es un
interno. La intención es que, por más que esté en un penal, tenga lo más
cercano a un desarrollo normal integral. Aquí tienen profesores y una
alimentación balanceada”, dice el vicepresidente del Inpe, Marlon Florentino.
Solo 10 establecimientos penitenciarios cuentan con cunas e instituciones
educativas.
Tras la exitosa experiencia de Cuna Más en los
penales Chorrillos y anexo Chorrillos, firmada en el 2018, el Inpe busca extender este año el convenio en beneficio de los menores
en los CP de Trujillo y Huánuco. Y, luego cubrir los 19 CP con presencia de
infantes en todo el país.
Fuente José Vadillo
Vila en ANDINA: https://andina.pe/agencia/noticia-especial-los-39-ninos-viven-sus-madres-penal-chorrillos-768545.aspx
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