Un nuevo estudio publicado este lunes por el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que el 93% de los africanos que
pudieron llegar a vivir a Europa mediante travesías por rutas irregulares se
arriesgaría nuevamente pese a conocer el alto riesgo de esos periplos.
El informe se basa en 1970 entrevistas a migrantes de 39 países
africanos que arribaron a territorio europeo por vías irregulares y no por
haber solicitado asilo o protección internacional. Esos migrantes ahora viven
en 13 naciones de Europa.
Los hallazgos señalan que a menudo la razón por la cual estas personas
decidieron abandonar sus países no fue conseguir un trabajo ya que no todos
eran pobres en sus países y muchos tienen un nivel de educación elevado. Los
datos dicen que el 58% tenía un empleo con salario competitivo o era estudiante
cuando decidió migrar.
Sin embargo, cerca de la mitad de los encuestados dijo que no ganaba
lo suficiente. Además, para dos tercios de ellos la posibilidad de ganar mejor
en su país no fue bastante motivo para quedarse. Sus respuestas también
revelaron que tienen al menos tres años más de escolaridad que el promedio.
Acelerar el desarrollo y regular la migración
El administrador del PNUD, Achim Steiner, consideró que el informe
subraya la urgencia de acelerar el desarrollo en África. “Pese a los avances,
el desarrollo es desigual y no lo suficientemente rápido como para satisfacer
las aspiraciones de la gente”, dijo.
“Al ayudarnos a aclarar por qué la gente decide irse por vías irregulares
y lo que tienen que enfrentar cuando lo hacen, el estudio aporta elementos al
debate crítico sobre el papel de la movilidad humana en el alcance de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible y sobre los mejores enfoques para regular
esa migración.”
Hombres y mujeres
migrantes
Según el informe, el
sentido de culpa por no enviar dinero suficiente a sus familias es uno de los
grandes factores que mantienen a los migrantes en Europa para seguir
trabajando.
Cerca del 53% de los
entrevistados fueron apoyados por sus familias y amigos para poder viajar y una
vez en Europa, el 78% de ellos manda remesas a sus países.
El estudio también
encontró diferencias fundamentales en la experiencia de los migrantes según su
género: al contrario de lo que ocurre en África, las mujeres ganan 11% más que
los hombres en Europa. En sus países los hombres las aventajan por un 26%, en
promedio.
Además, más mujeres
que hombres mandan dinero a sus familias aunque no estén trabajando.
Pero cuando se trata
de delincuencia, las mujeres sufren más que los hombres. Mucho más que ellos,
las mujeres fueron víctimas de algún delito en los seis meses anteriores a las
entrevistas, en muchos casos de agresiones sexuales.
El PNUD aseveró que
el informe es un llamado a seguir expandiendo las oportunidades y opciones en
África y a pasar de una migración desordenada a una regulada, en concordancia
con el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.
La publicación es la
segunda de una serie de documentos del PNUD para registrar la travesía de
africanos jóvenes. El primero exploró lo que orilla a algunos a optar por el
extremismo violento.
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