Sistematización de Experiencias de América Latina.
Los niños, niñas y adolescentes (NNA) juegan un papel fundamental en la creación de nuestra sociedad y cada uno de ellos debe tener la oportunidad de vivir en un país rebosante de oportunidades.
Los niños, niñas y adolescentes (NNA) juegan un papel fundamental en la creación de nuestra sociedad y cada uno de ellos debe tener la oportunidad de vivir en un país rebosante de oportunidades.
La capacidad con la que las empresas pueden influir
de forma positiva o negativa en los NNA hace indispensable su involucramiento
con acciones que garanticen la construcción de un entorno saludable y positivo,
basado en el respeto por los derechos humanos, la sostenibilidad ambiental, la inclusión
y la prosperidad. Los Derechos del Niño y Principios Empresariales sirven desde
el 2012 como un instrumento guía para orientar a las empresas respecto a cómo
prevenir y mitigar impactos negativos de sus operaciones y promover los
derechos de los niños, implementando mejoras en sus sistemas de gestión de
riesgos. Los Principios empresariales no crean nuevas obligaciones, sino que se
basan en estándares ya existentes como la Convención sobre los Derechos del Niño,
los Convenios de la OIT, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, los
Principios Rectores sobre las empresas y los Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, entre otros.
Nuevas convergencias entre programas de responsabilidad
empresarial, organismos del Estado y miembros de la sociedad civil evidencian
un mayor compromiso por los derechos de los niños e invitan a nuevos miembros del sector privado a ser agentes de cambio
social. En América Latina, algunos miembros y socios de Save the Children han
llevado a cabo alianzas con el Estado y/o con la empresa privada para
desarrollar programas o proyectos exitosos relacionados con la implementación de
los Derechos del Niño y Principios Empresariales. Estos han logrado influir
para generar cambios en modelos empresariales de gestión para mitigar riesgos
asociados con vulneraciones a los derechos de los niños (como podrá
evidenciarse en la experiencia de Save the Children en México y Global Infancia
en Paraguay); y en otros casos han resultado en la formación de una Estrategia
Nacional de Empresas y Derechos del Niño (evidenciada en la experiencia de
Colombia). Los ejemplos presentados se caracterizarán por tener el potencial de
ser replicables y de influenciar a otras organizaciones de la región para movilizar
a la empresa privada en favor de los derechos del niño.
Hay aún mucho trabajo por hacer. No obstante, las
buenas prácticas que recogen el mencionado enfoque permiten reafirmar el
propósito de una sociedad comprometida con el futuro de los niños.
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Fuente Save the Children.
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