La menstruación continúa envuelta en falsedades y estigmas. Demasiadas niñas saben poco o nada acerca de ella y eso tiene graves repercusiones en sus vidas. La formación ayuda.
Si tocas los pepinillos, se ponen malos. El bizcocho no sube. Si le dices hola a un chico, te quedas embarazada. Como estás sucia e impura, tendrás que dormir en el establo y no en tu propia casa; pero ten cuidado de no tocar al ganado, porque los animales podrían enfermar, o algo aún peor.
La menstruación
es un proceso biológico normal que la mitad del mundo experimenta
durante una parte bastante importante de sus vidas. En un día
cualquiera, unos 300 millones de mujeres y niñas tienen la regla, y sin
embargo, ésta continúa envuelta en falsedades, creencias erróneas y
estigmas. Demasiadas niñas saben poco o nada acerca de ella, y eso tiene
graves repercusiones en sus vidas.
Los peligros de la ignorancia
La adolescencia, con todos los cambios físicos y emocionales, es un tiempo tumultuoso en la vida de las niñas aun en las mejores circunstancias y, para muchas, la primera regla es de por sí una experiencia nada fácil. Pero para demasiadas es algo completamente terrorífico. Una de las chicas con la que WASH United trabajó en una zona rural de la India tuvo su primera regla cuando iba camino de la escuela. Convencida de que tenía cáncer y se iba a morir, se apresuró a regresar a casa, en estado de pánico y desesperada por llegar a tiempo para despedirse de sus padres. No se trata ni mucho menos un caso aislado: en la India, cerca del 50% de las niñas ignoran por completo lo que les está ocurriendo cuando sangran por primera vez.
Además de evitar a las niñas un comienzo tan traumático de su condición de mujer, la educación acerca de la menstruación es fundamental para ayudarles a gestionar el período de forma higiénica, con confianza y dignidad. Para tomar decisiones fundadas sobre cómo gestionar su menstruación, las niñas deben al menos comprender básicamente los procesos físicos que acompañan a la regla, así como conocer los pros y los contras de los distintos productos de higiene menstrual que le ofrece el mercado. Si no, es posible que mujeres y niñas empleen productos insalubres (como trapos viejos, hojas secas, hierba, cenizas, arena o periódicos) que pueden provocar infecciones del tracto reproductivo y otros trastornos de la salud, en especial la infertilidad. Por ejemplo, la mala higiene menstrual es una de las principales razones por la alta prevalencia de infecciones del tracto reproductivo en la India, lo cual contribuye de manera significativa a la morbilidad femenina.
Dado que la mayor parte de las sociedades son patriarcales, es necesario que
también los niños y los hombres comprendan lo que ocurre con la regla.
Sólo entonces seremos capaces de desmontar los tabúes y desenmascarar
las falsas creencias. La educación de los estudiantes, tanto varones
como mujeres, es fundamental para dotar a las niñas y mujeres de los
medios necesarios para superar la pubertad conservando la salud y la
confianza.
Escuelas que tienen en cuenta la menstruación
Además de la educación acerca de la menstruación, es preciso que las niñas
puedan observar una buena higiene menstrual. Esto se aplica de manera
especial a la institución que más poder tiene para transformar la
trayectoria de sus vidas: la escuela. Los centros educativos deben
proveer productos de higiene menstrual asequibles, disponer de retretes
privados que tengan agua y jabón, y contar con opciones para la
eliminación segura de los productos menstruales usados. Según un estudio realizado en Uganda,
por ejemplo, la mitad de todas las niñas en edad de menstruar pierden
hasta una semana de clase todos los meses. La regla se convierte así
pues en una desventaja adicional para las niñas, que, aunque estuvieran
libres de este desafío, tienen ya de por sí menos probabilidades de
poder ir a la escuela que los niños. En los casos más extremos, muchas
acaban abandonando la escuela por completo cuando comienzan a sangrar.
Asegurar que las niñas reciban la educación que merecen abre las puertas
a multitud de beneficios sociales y económicos para toda la vida, que
no sólo las favorecen a ellas sino también a las sociedades y a los
países en general. Tendrán mejores sueldos, contraerán matrimonio más
tardey tendrán menos hijos, que gozarán de una mejor salud y recibirán
una mejor educación. Algunos países como Kenia, aliado de la alianza
Saneamiento y Agua para Todos (SWA), están cobrando conciencia de esta
oportunidad y demostrando que el cambio es posible. El Gobierno keniano
ha incluido este tema en los planes de estudios de las escuelas e
impulsa la mejora del saneamiento en las instituciones educativas.
¡Celebra el Día de la Higiene Menstrual!
El 28 de mayo es el Día de la Higiene Menstrual, que este año se centra en la
educación. Existe una necesidad urgente de impartir más formación acerca de la
menstruación con el fin de asegurar que las niñas dispongan de los
conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y seguras.
También es necesario que las escuelas estén adecuadamente equipadas,
para que puedan observar unas buenas prácticas de higiene y la regla no
se interponga en sus posibilidades de formación.
A fin de acelerar el progreso, animamos a los gobiernos de los países a
que adopten unas normas nacionales orientadas a mejorar la
infraestructura para la gestión de la higiene menstrual en las escuelas,
y a que garanticen la integración explícita de la educación sobre ella
en los planes de estudios de las escuelas nacionales. Todas las niñas,
en todas partes, deben disponer de los conocimientos, de los productos y
de las instalaciones necesarias para gestionarla de forma higiénica,
con confianza, dignamente y sin estigmas. Para ello será necesario
dedicar más recursos económicos a la higiene menstrual, que hasta ahora
ha recibido una financiación bastante insuficiente. Por ello instamos
también a los gobiernos y a los aliados internacionales para el
desarrollo a que incrementen la financiación a fin de costear las
instalaciones necesarias.
Los pepinillos que se pudren, el bizcocho que no sube, los embarazos por arte de magia y las vacas que
enferman nos pueden parecer ridiculeces, pero para los 800 millones de
niñas y mujeres de todo el mundo que viven oprimidas por estos tabúes y
estigmas, no tienen ninguna gracia. Es hora de que nos pongamos manos a
la obra y ayudemos a liberar el poder transformador inherente a las
mujeres y las niñas con la educación.
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