Cuando una adolescente queda embarazada su presente y su futuro cambian dramáticamente, pocas veces para mejor. Su salud puede verse seriamente afectada y sus oportunidades de desarrollo, disminuidas. En los grupos en mayor situación de vulnerabilidad, como entre las mujeres más pobres y quienes hablan lenguas nativas, las oportunidades de continuar educándose, conseguir un empleo digno y salir de la pobreza quedan reducidas.
El
embarazo en mujeres adolescentes de 15 a 19 años viene registrando un
lento, pero sostenido incremento en las últimas dos décadas. Por cada
100 mujeres en este grupo de edad, 15 han estado alguna vez embarazada,
según la ENDES 2014. Al año, estos embarazos resultan en aproximadamente
50 mil nacimientos, la mayoría de ellos en adolescentes pobres.
Diariamente, tres a cuatro adolescentes menores de 15 años se convierten
en madre según cálculos del INEI sobre la base de registros
administrativos del MINSA. La mayoría de estos embarazos son producto de
violaciones.
El
embarazo en adolescentes consolida un largo camino de exclusiones que
suele conducir a la deserción escolar, a reproducir nuevos ciclos de
pobreza y a conformar un hogar en condiciones de vulnerabilidad y
violencia. Esta realidad es más preocupante si tomamos en cuenta que dos
de cada tres adolescentes embarazadas o madres hubieran querido
postergar su embarazo, casi el doble de lo que fue en la década de los
90, pese a que la población de adolescentes es mayor en la actualidad.
¿Por qué entonces es que habiendo una mayor proporción de adolescentes
que desean postergar su embarazo no logran hacerlo?
La
respuesta es que persisten barreras que deben superar las adolescentes
para prevenir un embarazo temprano, planificar su futuro y hacer
realidad sus planes de vida, como el poco acceso a información y
orientación en educación sexual, aún ausente en la formación escolar y
que no encuentran siempre en los hogares. Otra barrera ocurre en los
servicios de salud, donde existen restricciones para que las y los
adolescentes menores de edad accedan a consejería y anticonceptivos sin
la presencia de sus padres aun cuando pueden ser sexualmente activos. La
situación de pobreza y la violencia en la que viven muchas adolescentes
impide también que puedan cuidar efectivamente su salud y ejercer sus
derechos.
Los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, nuevo marco para el desarrollo
global al 2030, proponen un compromiso de los Estados con metas
cruciales para disminuir el embarazo en adolescentes, como asegurar el
acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, ofrecer una
educación de calidad basada en los derechos humanos que incluya la
promoción de una cultura de paz y de la igualdad de género, y eliminar
todas las formas de discriminación y violencia contra la mujer.
Se
ha avanzado en este camino, pero aún existe una agenda pendiente para
cubrir todas las necesidades de desarrollo de esta población. En esta
línea, para que las adolescentes peruanas puedan ejercer su derecho a
una sexualidad saludable y responsable, y concretar sus proyectos
futuros, es necesario asegurar que terminen la educación secundaria y
proveerles acceso universal a una educación de calidad que incluya la
educación sexual integral, así como a orientación, consejería y métodos
anticonceptivos modernos a quienes lo requieran en función de sus
necesidades y valores. Además, es esencial ofrecer acceso a servicios de
salud amigables con la población adolescente y asegurar que estén
libres de discriminación y violencia, incluido el abuso sexual.
Las
y los adolescentes son el recurso más valioso que tiene el Perú, la
generación más numerosa, educada e informada de su historia. Para que
puedan aprovechar su potencial es imprescindible asegurar mayor
inversión en dar respuesta a sus necesidades y demandas. Cuando las
adolescentes completan una educación de calidad, se mantienen
saludables, fortalecen sus capacidades y están empoderadas, no sólo se
benefician ellas, sino toda la sociedad. Prevenir el embarazo no
planificado en la adolescencia es una condición fundamental para ello.
Por Elena Zuñiga, Representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA.
Fuente La República: http://larepublica.pe/sociedad/715211-prevenir-el-embarazo-en-adolescentes-para-promover-el-desarrollo
Fuente La República: http://larepublica.pe/sociedad/715211-prevenir-el-embarazo-en-adolescentes-para-promover-el-desarrollo
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