"Sí, ministro Figallo, como usted dice, "Christian Salas no es un Dios". Pero usted tampoco es el abogado de Martín Belaunde. Por eso, tal vez tenga una explicación plausible para esto: ¿qué hacía el asesor presidencial Eduard Roy Gates en la reunión a la que usted convocó al personal de la Procuraduría Anticorrupción?"
Un hecho muy lamentable para la lucha anticorrupción en nuestro país es la salida de Christian Salas, quien este fin de semana dejó de desempeñar el cargo de Procurador Anticorrupción. Muchos granujas y sinvergüenzas están ñatos de risa por su salida repentina del cargo, y este dato es un buen termómetro de lo negativo y desalentador que representa este asunto.
"Deho una institución sólida, reconocida y, sin duda, odiosa ... Así debe ser", declaró Salas al anunciar su alejamiento. Palabras bien intencionadas que, lamentablemente, no corresponden a la realidad. No Christian, la Procuraduría no está en buena situación: hace muchos años que sobrevive a duras penas, por la voluntad y el coraje de algunos procuradores. Porque si fuera por los gobernantes, hace rato habría sido cerrada, tapiada y olvidada.
Par qué dorar la píldora y negar lo evidente . El gobierno está metido de manos y patas en la defensa del prófugo zurcidor de resdes oscuras, responsable del centro de operaciones de la organización de César Álvarez y apropiador de dinero público, Martín Belaunde Lossio.
La declaración del procurador Salas, negando la posibilidad de que Martín Belaunde califique a colaborador eficaz: he allí el motivo final y decisivo de su expectoración. Todos los indicios apuntan a la misma dirección. Se prepara el camino para facilitar la concesión del estatus procesal de colaborador eficaz para Martín Belaunde. Obviamente esta sería una alternativa jurídica para garantizarle impunidad, y claro está, para cerrarle el pico respecto de otras responsabilidades y autores. Las que van más allá del tema Áncash.
Continúa....
Artículo de Ronald Gamarra publicad en Hildebrandt en sus trece, el día viernes 05 de diciembre de 2014.
Fuente Hildebrandt: http://www.hildebrandtensustrece.com/
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