Esta Guía presenta recomendaciones dirigidas a los Estados para mantener la unidad familiar, prevenir los riesgos de separación, así como adoptar todas las medidas necesarias para reunificar a las familias que habrían sido separadas en contextos asociados a la movilidad humana.
Durante los últimos años, la Comisión ha observado con preocupación la implementación de políticas migratorias que tendrían el objetivo de disuadir los movimientos migratorios y el impacto de este tipo de políticas en el goce efectivo de los derechos humanos de las personas en el contexto de la movilidad humana; en particular, en los casos de separación familiar asociados a la movilidad. Dichos movimientos estarían integrados por grupos familiares y niñas, niños y adolescentes no acompañados o separados, que se desplazarían debido a motivos de violencia o persecución y que requieren protección internacional o en busca de mejores oportunidades, o de reunificación familiar. En ese contexto, la CIDH enfatiza el deber de los Estados de respetar el principio de no-devolución y garantizar el interés superior de niñas, niños y adolescentes y la unidad familiar.
Conforme
a los Principios Interamericanos sobre los Derechos Humanos de todas las
Personas Migrantes, Refugiadas, Apátridas y las Víctimas de la Trata de
Personas, el principio de unidad familiar y la reunificación familiar deberán
ser consideraciones primordiales en cualquier decisión acerca de la situación
migratoria, respetando el interés superior de niñas, niños y adolescentes.
Aunado a ello, los Estados deben abstenerse de separar a las familias durante
los procedimientos de asilo o migratorios, o de expulsión o deportación; salvo
que la separación responda al interés superior de niñas, niños y adolescentes,
situación que debe ser evaluada por las autoridades competentes.
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