Decenas de miles de niños extranjeros, iraquíes y sirios están detenidos por presunta asociación con el ISIS o delitos relacionados con el terrorismo, o en campamentos. Estos niños están expuestos a violencia, violaciones del debido proceso y separación familiar. Se deben buscar soluciones para estos niños por adelantado o en paralelo con los esfuerzos para facilitar la repatriación.
El punto de vista de
la ONU es que los niños identificados deben ser repatriados y los niños nacidos
de ciudadanos nacionales deben recibir la ciudadanía. Además, se debe
considerar que esos niños han sido reclutados ilegalmente por grupos
extremistas violentos y, por lo tanto, deben ser tratados principalmente como
víctimas y las decisiones que les conciernen deben tomarse de acuerdo con su
interés superior.
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