Los marcos normativos son necesarios, pero no suficientes para alcanzar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, coincidieron especialistas en la inauguración del Seminario Marcos normativos para la autonomía económica de las mujeres y la igualdad de género, llevado a cabo el 12 de noviembre en Santiago, Chile, por el Grupo Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Sandie Okoro, Vicepresidenta Senior y Asesora Jurídica del Grupo Banco Mundial (por video); y Boris E. Utria, Gerente General de Operaciones para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú del Grupo Banco Mundial. Posteriormente, la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, Isabel Plá, ofreció una conferencia inaugural.
"La actual coyuntura económica y las perspectivas para 2019 son poco favorables para que la ciudadanía en general, y en especial las mujeres, logren una mayor autonomía económica. Por eso nos empeñamos en romper el silencio estadístico respecto al trabajo total de las mujeres y a la desigualdad de ingresos, de riqueza y de acceso pleno al mundo laboral con todos los derechos”, señaló Alicia Bárcena, quien enfatizó que “la esquiva autonomía económica de las mujeres seguirá siendo una de las prioridades de la CEPAL".
"La desigualdad de género, además de ser injusta, es profundamente ineficiente. Es un obstáculo que conspira contra el desarrollo sostenible. Es ineficiente que en América Latina y el Caribe las mujeres tengan mayores niveles educativos que los hombres y que enfrenten discriminaciones en los mercados laborales", explicó Bárcena, y añadió que “este desaprovechamiento de las capacidades de las mujeres, y el techo de cristal que les impide acceder a altos cargos de toma de decisión, es un techo a la productividad de nuestros países".
"La igualdad de género contribuye a crear ambientes laborales diversos, a impulsar la innovación y a cerrar las brechas estructurales", subrayó.
Bárcena recordó que la tasa de participación laboral de las mujeres sigue estancada en torno al 52% (la de los hombres es de 76,6%) y que la mitad de las mujeres ocupadas (51,4%) se emplean en sectores de baja productividad con precarias condiciones laborales. El 11% de las mujeres están empleadas en el trabajo doméstico remunerado, sector que cuenta con bajos salarios, largas jornadas laborales y mayores niveles de informalidad que otros sectores de la economía. Por otra parte, más allá de los esfuerzos desplegados, las mujeres aún perciben salarios 16,1% menores a los de los hombres en la misma condición.
En un saludo transmitido por video, Sandie Okoro, Vicepresidenta Senior y Asesora Jurídica del Grupo Banco Mundial, señaló que “en el Grupo Banco Mundial, creemos que la igualdad de género es una solución de desarrollo transversal para acabar con la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida”. “El informe Mujer, Empresa y el Derecho realza que cuando las mujeres están protegidas de la violencia doméstica, su esperanza de vida es más larga; que donde hay servicios públicos de cuidado infantil, las mujeres tienen más probabilidades de tener un empleo; donde hay fuertes derechos de propiedad, más mujeres ocupan cargos directivos en empresas; y donde la ley prohíbe la discriminación de género en el acceso al crédito, más mujeres tienen cuentas en instituciones financieras", aseguró.
Boris E. Utria, Gerente General de Operaciones para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú del Grupo Banco Mundial, llamó, por su parte, a complementar las legislaciones tendientes a avanzar en materia de igualdad de género con el financiamiento del cambio cultural. “No creo que exista un tema más importante y urgente en el mundo que ese cambio cultural hacia el respeto a la mujer, esa inclusión económica, social, política y cultural de la mujer", dijo.
Además, de enumerar las iniciativas que se encuentra desarrollando actualmente el Gobierno en ámbitos como el régimen de sociedad conyugal, la violencia y el acoso sexual callejero, entre otros, la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, Isabel Plá, planteó “que las democracias del mundo y de América Latina, entre ellas Chile, trabajamos con mucha intensidad desde hace años en materia de igualdad de género porque creemos en la justicia. Pero también lo hacemos porque es un vehículo de progreso ineludible”. “Las inequidades en materia de género son ineficientes, son una tranca para la vocación de progreso que tenemos que renovar en nuestra región", recalcó.
Actualmente, la CEPAL está apoyando a los países en la ejecución de la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030, acordada por los Gobiernos de América Latina y el Caribe en 2016. El primero de los 10 ejes de implementación es justamente el marco normativo, a los que se suman: institucionalidad; participación; construcción y fortalecimiento de capacidades; financiamiento; comunicación; tecnología; cooperación; sistemas de información; y monitoreo, evaluación y rendición de cuentas.
Chile será anfitrión de la quincuagésima octava reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe en enero de 2019 y de la XIV Conferencia Regional en noviembre de ese mismo año. La conferencia, dijo Bárcena, será un espacio para que los gobiernos, los organismos intergubernamentales y del sistema de las Naciones Unidas, así como la sociedad civil, intercambien puntos de vista sobre “la autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes.
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