Este 20 de
noviembre 2019 se celebran 30 años de la adopción de la Convención sobre los
Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Este instrumento de derechos humanos
ha sido ratificado por todos los países del mundo a excepción de Estados
Unidos.
En el mundo
entero, gobiernos, sociedad civil y organizaciones de niñas, niños y
adolescentes harán un análisis sobre la situación de los derechos de los niños
y niñas a nivel global, en cada región y en cada país. En la mayoría,
seguramente, el balance será negativo. En América Latina y en el Perú, les
seguirá preocupando la mortalidad infantil, la desnutrición crónica, la anemia,
el acceso a la escuela, a servicios de salud, el alto porcentaje de embarazo
adolescente, el maltrato infantil y la violencia sexual contra niñas,
adolescentes mujeres y niños.
Muy pocos
gobiernos y autoridades mencionarán la poca participación y la casi nula
consulta a los niños y niñas sobre las políticas públicas y presupuestos que
impactan en sus vidas.
En los últimos
años, especialmente este año 2019 estamos viendo el protagonismo de niños,
niñas y adolescentes por una vida digna y un mundo mejor: los escolares secundarios
de Chile –conocidos como pingüinos-, los escolares y estudiantes universitarios
del Líbano y Greta Thunberg, una niña sueca de 15 años, han liderado demandas por
sus derechos: educación pública, gratuita y de calidad; contra la pobreza y el
cambio climático que es resultado de la inacción de los gobiernos y la irresponsabilidad de las empresas, por las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Nos
están fallando. Pero los jóvenes están empezando a entender su
traición", advirtió Greta Thunberg, de 16 años, a los gobiernos en las
Naciones Unidas, con un discurso que ha emocionado al mundo entero. Esta
estudiante sueca, llama a los escolares, a niñas, niños y adolescentes a
sentarse frente a sus parlamentos, frente a los edificios públicos demandando,
exigiendo que tomen medidas contra el cambio climático.
Chile, "Más de 160 menores de edad recibieron perdigones, balas y maltrato", declara la Defensora de la Niñez el último 13 de noviembre. Escolares secundarios y estudiantes universitarios fueron los grandes protagonistas de un estallido social que aún no se detiene y que comenzó con una protesta por el alza de pasajes en el metro, el viernes 18 de octubre de este año. Rápidamente, organizaciones sociales, sindicales y padres de familia salieron a apoyar a sus hijos diciendo, los pingüinos nos están señalando el camino para luchar por nuestra dignidad.
Las niñas y niños de institutos secundarios de Santiago, aún habiendo hecho tomas de centros educativos, han ganado legitimidad en sus demandas por el correcto análisis del problema de la educación y por las propuestas: "cambio curricular, implementación de la educación sexual, cívica y mental dentro del plan común; protocolos sobre violencia de género, persecución política y de movilizaciones; rendición mensual de cuentas", entre otros temas en el marco del debate por una educación de calidad y equidad.
"La economía va mal, no hay trabajo, ¿cómo
haremos mañana para vivir?", dicen los miles
de estudiantes secundarios y universitarios frente al Ministerio de Educación
en la ciudad de Beirut en octubre de este año. Los escolares se colocaron,
también, frente a otras dependencias púbicas para impedir el ingreso de los
funcionarios.
En el Perú, en
el año 2015 se aprobó la Ley que Prohíbe el uso del castigo físico y humillante
contra niñas, niños y adolescentes: la adopción de ésta importante ley sólo
pudo ser posible por la extendida participación de los niños que lograron
convencer a los Congresistas de la República.
En la historia
de la humanidad ningún cambio social radical ha sido posible sin la directa
participación de los vulnerados en sus derechos; ejemplos del siglo pasado: los
derechos civiles de los afroamericanos, el derecho al voto de la mujer, el
derecho de la mujer a no sufrir violencia, entre otros. Con los niños, niñas y
adolescentes será igual en la lucha por sus derechos: Todo con ellos, nada sin
ellos.
La gran
revolución de los pingüinos, de los chibolos, de los pibes, de los chavos, de
los chamacos será la antesala para que los escuchen y las políticas públicas se
elaboren en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño y ésta,
finalmente, se convierta en realidad.
Teresa Carpio V.
Especialista en Derechos de la Niñez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario