En los últimos años
se han conocido –por medio de la prensa nacional– numerosos casos de mujeres
que son asesinadas por su condición de género. En la mayoría de estos casos, el
asesinato es dirigido contra una mujer que no acepta la disposición de roles
que la sociedad tradicional asignaba para ella. Entonces, el fenómeno se vuelve
más grave con el pasar de los años, pues mientras las mujeres salen en búsqueda
de una mayor autonomía y la realización de sus metas personales, continúa la
cifra de feminicidios.
Es importante no
perder de vista que estos casos van más allá de una relación de violencia sólo
acusable a individuos particulares, sino que están comprendidos dentro de un
horizonte más amplio de violencia estructural y de desigualdad general, que
tiene como última expresión el atentado contra la vida. Este contexto no sólo
ha dejado en la exclusión a muchas mujeres peruanas a lo largo de la historia,
sino que también ha modelado a las instituciones y a las personas durante
muchos siglos. La entrada al presente siglo, ha conseguido que se le brinde una
mirada, aunque tardía, a las desigualdades del pasado, y se piense –en tiempo
presente y futuro– en aquellas que aún se mantienen.
Por esta razón, el
Estado, como garante de la persona, responde mediante la formulación de
estrategias, programas, políticas; así como en la realización de investigaciones
que busquen dilucidar las causas y encauzar soluciones a esta problemática.
La identificación
de estas explicaciones y causalidades, nos invita a examinar todos aquellos
elementos que están inmersos en el fenómeno; a la par de la revisión de la literatura
científica que ha conseguido avanzar en encontrar aquellos factores que colocan
a las mujeres en situación de riesgo; razón por la cual se ha ahondado en aquellas
ideas que sirven de soporte o generan la desigualdad social por motivo de
género. No obstante, cabe indicar que se ha avanzado muy poco en relación a la
investigación sobre el sujeto activo del delito, y por qué lleva a cabo el
asesinato. Esta preocupación llevó al documento hacia la imperiosa necesidad de
establecer una mirada directa desde el perpetrador del delito.
El primer capítulo
presenta la definición y características generales del feminicidio. El segundo
se centra en exponer las diferentes teorías que buscan explicarlo. En la
tercera parte se presentan la metodología y los objetivos de investigación; mientras
que el cuarto capítulo da cuenta de los resultados a nivel descriptivo de las características
de la persona que comete feminicidio; dejando para el final una breve evaluación
del plan público que busca combatir el feminicidio.
Fuente MINJUS: https://indagaweb.minjus.gob.pe/investigaciones/
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